La montaña que tiene Derechos Humanos
El monte Taranaki se convirtió en la última formación natural en Nueva Zelanda en recibir reconocimiento legal como entidad individual.

Una nueva legislación en Nueva Zelanda otorga al monte Taranaki los mismos derechos y responsabilidades que una persona, en un esfuerzo por reconocer su importancia cultural y espiritual para el pueblo maorí. El volcán Taranaki Maunga, con una altitud de 2.518 metros, es la segunda montaña más alta de la Isla Norte de Nueva Zelanda y un destino popular para el senderismo y el esquí.
La ley, aprobada el 30 de enero, establece que la montaña es “un todo vivo e indivisible”. Para representarla, se creó una entidad legal con ocho miembros: cuatro de tribus maoríes locales y cuatro designados por el Ministro de Conservación.
Los nuevos derechos legales del monte Taranaki buscan preservar su salud y bienestar, impedir su venta, restaurar usos tradicionales y promover la conservación de su biodiversidad. Se mantendrá el acceso público, pero bajo normativas de protección ambiental.
Importancia cultural
Taranaki Maunga fue venerado durante siglos por los maoríes, es un ancestro sagrado y una fuente de alimento físico y espiritual. Sin embargo, con la llegada de los colonizadores británicos, su nombre original se reemplazó por “Monte Egmont” y la tierra se confiscó en 1865 como represalia contra la resistencia maorí.
Durante el siglo XX, los maoríes quedaron excluidos de la gestión de la montaña, mientras se promovía el turismo. Pero las protestas indígenas de las décadas de 1970 y 1980 lograron una mayor valorización de sus derechos en Nueva Zelanda.
Debbie Ngarewa-Packer, colíder del partido Te Pātī Māori, celebró la decisión como una victoria histórica. “Nuestra montaña ancestral se libera de las cadenas de la injusticia”, declaró.
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