Macron advierte a Milei sobre cambio climático y bloquea acuerdo UE-Mercosur
El presidente francés le pidió al próximo mandatario argentino que se adhiera a la lucha contra el cambio climático y rechaza acuerdo comercial por considerarlo insuficiente en materia medioambiental.
En un discurso pronunciado en la COP28, la cumbre del clima de la ONU, Macron envió un mensaje claro a Milei: debería adherirse a la defensa de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático.
“Sobre la cuestión climática, espero que se adhiera porque verá que es algo bueno para su país”, agregó el mandatario francés, quien expresó su deseo de “enriquecer” las relaciones con Argentina.
Macron tuvo una tormentosa relación con el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, otro negacionista del cambio climático como Milei, que llevó a que Francia, y otros países europeos, interrumpieran la financiación de un fondo para la preservación de la Amazonia.
Las relaciones dieron un vuelco completo con la llegada de Lula da Silva a la presidencia brasileña, con quien Macron asegura tener “mucha sintonía”. Sin embargo, ayer también le dio una muy mala noticia: Francia rechaza el acuerdo entre la UE y el Mercosur tal como está, que Lula esperaba firmarlo antes de finales de año.
Tanto Lula, como el español Pedro Sánchez, con igual responsabilidad en la UE y Ursula von der Leyen, titular de la Comisión, el ejecutivo de la Unión Europea, confiaban en que se podría cerrar el acuerdo después de más de dos décadas de negociaciones. Pero Macron descartó ayer esa posibilidad, pese a que en 2019 había dado su aprobación para que fuera presentado a la ratificación de cada Estado miembro de la UE.
“Se trata de un acuerdo completamente contradictorio a lo que está haciendo Brasil y a lo que estamos haciendo nosotros”, agregó el presidente francés. “El acuerdo se negoció hace 20 años y lo hemos intentado remendar, de mala manera, porque no tiene en cuenta ni la biodiversidad ni el clima”, agregó.
En su redacción actual, el acuerdo UE-Mercosur “tiene unos párrafos para contentar a Francia”, pero en el fondo es un pacto “a la antigua usanza de desmantelamiento de tarifas”, a diferencia de los acuerdos más modernos que Bruselas firmó con Chile, Canadá y Nueva Zelanda, que sí contemplan las cuestiones medioambientales.
El presidente francés pidió, entre otros puntos, que el acuerdo recompensara “a Brasil por su política forestal. La comunidad internacional y la Unión Europea deben ayudarlos y por ende darles créditos de carbono para que no deforesten, porque tienen un tesoro forestal en Brasil”, insistió, en referencia a la Amazonia.
Macron se reunió ayer con Lula y anunció que viajará en marzo a Brasil para discutir el acuerdo comercial. Según la presidencia brasileña, la visita tendrá lugar el 27 de marzo. El mandatario francés justificó que existía una “agenda bilateral extremadamente densa” y “una muy amplia coincidencia de puntos de vista” con Lula, a quien consideró un presidente “visionario” y “valiente”.
Entre las coincidencias, Macron citó “la lucha contra la deforestación, las cuestiones de defensa, los intereses económicos y las cuestiones culturales”.
“Cada país tiene derecho a tener su propia posición. Siempre ha sido más difícil llegar a un acuerdo con Francia, porque es más proteccionista. La Unión Europea no tiene la misma posición; piensa de otra manera”, declaró por su parte Lula después del encuentro en Dubái.
El viernes, el presidente brasileño se había mostrado confiado sobre la marcha del acuerdo y escribió en la red social X (ex Twitter) que ambas partes estaban “cerca de cerrar” un acuerdo.
Lula y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, coincidieron en que “hubo avances significativos en las reuniones entre los equipos técnicos de los dos lados” en los últimos días, especialmente luego de una comunicación telefónica entre ambos, señaló la Presidencia de Brasil en un comunicado. “La UE está comprometida a cerrar este acuerdo”, escribió Von der Leyen en X el viernes.
La próxima cumbre regional del Mercosur tendrá lugar el 7 de diciembre en Rio de Janeiro, tres días antes de la investidura de Milei.