¿Primeras? charlas de sexualidad con hijxs de 12 años
La Lic. Noe Benedetto responde una duda recurrente: ¿Cómo hablar de sexualidad con lxs niñxs?
Para comenzar a responder esta pregunta es importante comunicar que sería preferible que las charlas de educación sexual con nuestrxs hijxs se den desde la temprana infancia y no recién cuando empezamos a notar el desarrollo de caracteres sexuales secundarios o algún tipo de curiosidad por la actividad sexual en sí, si es así, lamento decirles que estamos llegando tarde. La educación sexual no es solamente sexo/genitalidad es un concepto mucho más amplio que incluye aspectos como, la diversidad, el respeto y el cuidado del propio cuerpo y el de las demás personas, la educación afectivo emocional, etc.
Cuando lxs hijxs llegan a la etapa de la preadolescencia, se enfrentan a una serie de cambios físicos, emocionales y hormonales que pueden resultar confusos y abrumadores. Es menester de lxs ma-padres brindarles la información adecuada y ayudarles a comprender y navegar por estos cambios. Uno de los aspectos más importantes de este proceso es hacerle lugar a hablar sobre sobre sexualidad y sexo.
Explicar la sexualidad es una tarea que puede resultar algo complicada, probablemente sean una de esas charlas incómodas y donde nos invadan las preguntas: ¿Cómo empiezo? ¿Qué le digo? ¿Cómo saco un tema que rara vez sacaron conmigo? Vamos a tener presente algunas cuestiones:
1. Trabajar la propia sexualidad:
Con esto no quiero decir que si no me siento en condiciones esquive la pregunta, pero es fundamental llegar a estas instancias teniendo trabajados aspectos como la vergüenza, el pudor, la represión. Si algo de esto está tiznando mi propia sexualidad es probable que lo traslade a la de mis hijxs. No olvidemos que la salud sexual es un concepto transmisible.
2. Establecer un ambiente abierto y seguro:
Antes de iniciar la conversación, es esencial crear un entorno en el que tu hijo/a se sienta cómodo/a para hacer preguntas y expresar sus inquietudes. Se sugiere que sea una invitación y no una imposición al diálogo. Asegurale que estás ahí para escuchar, apoyar sin juzgar y que ningún tema es demasiado tabú. Siempre es una buena idea partir de alguna pregunta que nos hagan y repreguntar “¿A qué te referís con eso? ¿Qué querés saber de eso? ¿Qué información tenés de esto que me preguntás?” Si salto con un “no me vengas con esto”, “andá a preguntarle a tal” o “¿de dónde sacaste esas ideas?”, “esas cosas de Tiktok” es muy probable que te reconsidere como persona interlocutora válida y la próxima se calle. Intentemos no hacer una escucha adultocéntrica de las preguntas. Hacele saber que la sexualidad es parte de la vida y que pueden hablar de ello abiertamente.
3. Bajar la información a su edad:
Tené en cuenta la edad y el nivel de diálogo previo al abordar los temas de sexualidad. Usá un lenguaje claro para explicar, pero con los conceptos que van, “bajar” no es infantilizar, llamemos a las cosas por su nombre, no hay un apodo para el intestino o los pulmones, entonces ¿por qué recurrimos a ellos cuando hablamos de genitalidades?
4. Fomentar la autonomía y el respeto:
Enseñar sobre la importancia de establecer límites personales y respetar los límites de las demás personas. Es una buena oportunidad para hablar sobre consenso y consentimiento, el derecho a decir que no y también la libertad a decir que sí cuando tenga la edad suficiente, que nadie debe presionarla para hacer algo con lo que no se sienta cómoda.
5. Educar sobre relaciones saludables:
Hablar acerca de la importancia de tener vínculos basados en el respeto mutuo, la comunicación abierta y la reciprocidad (no tan sólo sexoafectivos, esto también es válido para amistades y familiares). Explicar que las relaciones sexuales no se limitan solo a lo físico, sino que también involucran afectos. Podemos guiarles a reconocer indicadores de vínculos poco saludables y a buscar apoyo si alguna vez siente incomodidad o inseguridad en una relación.
6. Informar sobre protección y anticoncepción:
Es fundamental hablar sobre métodos anticonceptivos y preventivos de ITS. Brindarle información precisa y actualizada sobre diferentes métodos, sus usos y limitaciones. Hacer hincapié en lo placentero e importante que es saber protegerse y sentirse cuidada, que la responsabilidad en la toma de decisiones al respecto es de todas las partes.
7. Hablar sobre placer:
No se trata de graficarle cómo autoestimularse o cómo tener sexo. Confundimos sexo con sexualidad. Transmitir desde un lugar valioso la importancia de hacerle un lugar al placer en nuestras vidas en general, luego plantear que el sexo también forma parte de las actividades placenteras, que será mucho mejor si es elegido, deseado, consensuado y consentido, y que el conocimiento es poder.
8. Servirse de libros o guías de ESI:
Si no sabés algo (no tenés por qué saberlo), le decís que ahora no tenés la respuesta, pero que vas a encontrarla, o que ahora no es el momento pero que luego le propondrás un espacio para que hablen al respecto. De nada sirve que nos pregunten algo y que nos de vergüenza contestar, el silencio también es una forma de educación sexual. El no mensaje transmite otro: que se trata de un asunto malo, sucio, oscuro, negativo, enfermo, tabú.
9. Es un proceso no un evento único:
Estas conversaciones debieran ser un proceso gradual a sostener y no una única ocasión en donde se le marca una advertencia desde el miedo o la posibilidad de riesgos, infecciones o embarazos no planificados. Desde la temprana infancia debemos poner en práctica la Educación Sexual INCIDENTAL: servirse de situaciones cotidianas como disparadoras para explicar cosas.
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