Nutrify: nutrición y diabetes

En #Notify hablamos con la Lic. en Nutrición Flor Scheurer sobre el diagnóstico, impacto y tratamiento de esta enfermedad desde el punto de vista de la alimentación.

El Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes reveló en 2021 que el 10,5% de la población adulta entre 20 y 79 años tiene diabetes y de este porcentaje, la mitad desconoce su diagnóstico. Se espera para 2045 que 1 de cada 8 adultos, es decir, aproximadamente 783 millones de personas, vivirán con diabetes. En Notify hablamos con la Lic. en Nutrición Flor Scheurer sobre el diagnóstico, impacto y tratamiento de esta enfermedad desde el punto de vista de la alimentación.

La profesional señaló que la diabetes es una enfermedad crónica – no tiene cura – y una vez que se diagnostica, requiere comenzar con el tratamiento directamente. “El tratamiento de la diabetes se basa en tres pilares fundamentales: una pata es la medicación que le indica el médico, otra pata es la actividad física y otra pata es la alimentación. Son las tres cosas fundamentales para lograr un buen control metabólico de esta enfermedad”, indicó.

Sin embargo, aseguró que sería importante comenzar con estos cuidados antes. “Si tenemos antecedentes genéticos y en nuestros análisis empiezan a haber una alerta de glucosa superior a 100, debemos empezar a consultar para poder prevenir el diagnóstico”, explicó. Existe algo llamado “pre-diabetes”, también conocida como “glucosa alterada en ayunas” que es cuando los laboratorios comienzan a mostrar valores un poco alterados.

Independientemente del tipo de diabetes que se presente – tipo 1 y tipo 2 – la consulta con profesionales es fundamental. “La alimentación juega un rol fundamental, porque son básicamente los alimentos, los hidratos de carbono los que terminan formándose en glucosa en nuestro organismo y elevándonos la glucemia”, expresó.

La alimentación para tratar y controlar estos niveles de glucemia va a depender de la historia del paciente y sus hábitos pero también cuidando la ingesta de hidratos de carbono. Los azúcares simples, como el azúcar, la miel y la mermelada, son fáciles de absorber y elevan el nivel de glucosa en sangre muy rápido, lo que genera un daño en el organismo. Los hidratos de carbono simples también se absorben de manera rápida y, en contrapartida, los hidratos de carbono complejos o de absorción lenta van acompañados por un compuesto llamado fibra – verduras y cereales integrales – que se absorben lentamente y reducen el pico de glucosa. “Si bien me van a elevar a largo plazo la glucosa, no va a ser de una manera brusca y dañina”, dijo.

La licenciada explicó que no se trata de “no comer nunca más hidratos de carbono” sino que se debe tener en cuenta la cantidad que se ingiere, su combinación – con alimentos que aporten proteínas o grasas de buena calidad – y la calidad de este hidrato de carbono – que esté acompañado por fibra -.

¿Qué pasa con nuestro cuerpo cuando tenemos diabetes?

Existen dos tipos de diabetes:

  • Tipo 1: nuestro sistema inmune destruye las células que secretan insulina. El tratamiento es a base de colocación de insulina y conteo de carbohidratos para limitar la función del páncreas.
  • Tipo 2: el cuerpo empieza a secretar menos insulina o secreta insulina que ya no trabaja tan bien ni cumple la función de limitar el exceso de glucosa en la sangre. Su tratamiento es a base de medicación y alimentación para regular esos valores. Si bien este tipo de diabetes está asociado a la obesidad, los cambios se van a evidenciar notablemente en los análisis de sangre.

Scheurer ilustra de manera concreta la acción de la alimentación sobre un organismo que no puede regular el exceso de glucosa: “Yo siempre les digo a los pacientes, si a un páncreas que tiene poca insulina o que esa insulina no trabaja tan bien, ¿vas a agarrar un balde de glucosa y se lo vas a tirar a la sangre para que esa insulina se ahogue y no sepa qué hacer? o ¿le vas a ir pasando glucosa de a poquito a esa sangre para que esa poca insulina que yo tengo junto con la medicación pueda trabajar de mejor manera?”.

Para lograr que esa glucosa atraviese de a poco la sangre, es necesario elegir hidratos de carbono complejos y  combinarlos con alimentos fuertes en proteínas – huevo, pollo, carne -, vegetales – en forma de ensaladas, revueltos, tortillas, etc. -. “Ir imaginándonos qué pasa en nuestro cuerpo es sumamente importante para entender el por qué de la alimentación y no simplemente que te digan ‘comé esto’, sin decirte el porqué”, reflexionó.

Herencia genética

Si bien los antecedentes genéticos condicionan la posibilidad de ser diagnosticado con diabetes, llevar una vida sedentaria, una mala alimentación y una vida muy estresada influye directamente sobre esta enfermedad. “Si tenemos antecedentes familiares de diabetes pero nosotros tenemos un buen control, realizamos actividad física, tenemos una buena alimentación, puede que no desarrollemos este gen”, expuso y agregó: “Vivimos mucho tiempo con nuestros padres así que no sólo mamamos las enfermedades sino también las costumbres que tienen en casa, en la familia”.

Alimentación

El tipo de alimentación que se va a implementar va a estar condicionado por la medicación suministrada: si se trata de medicación hipoglucemiante o hiperglucemiante. “Si la medicación es hipoglucemiante, es decir, que le baje la glucemia en sangre, tenemos que tener mucho más cuidado y podemos agregar alguna colación extra. Sino los pacientes con cuatro comidas al día están bárbaros. Si el paciente necesita comer cada dos horas porque se le baja la glucemia quiere decir que está con un exceso de medicación y no deberíamos insinuar a que coma cada dos horas”, explicó.

En el desayuno es importante incorporar un alimento con proteínas – lácteo, humus de garbanzos, etc. – con hidrato de carbono complejo – panqueque de avena, tostada de pan integral – y acompañar con frutas. Si bien las frutas tienen azúcar, no están contraindicadas, simplemente sujetas a limitar de dos a tres por día y tener en cuenta la distribución, la cantidad y tamaño de fruta. “La otra cuestión es tratar de comerlas siempre la fruta lo más entera posible porque en la cáscara o en el hollejo es donde yo tengo la fibra”, contó.

En el almuerzo es necesario implementar el método del plato: mitad de verduras crudas/cocidas pero evitar verduras con almidón – como la papa, la batata y el choclo -; un cuarto de un alimento que aporte proteína – como bife de pollo, omelette, pescado, costeleta de cerdo -; un cuarto de hidratos de carbono complejo o con fibra – como lentejas, arroz integral y papa con cáscara -. “El resto del día lo seguimos de la misma manera, la merienda y la cena con las mismas indicaciones”, cerró.

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