Invasión inesperada: el experimento soviético que desbordó al Cáucaso  

Un intento por enriquecer los ecosistemas del Cáucaso con animales de Sudamérica se convirtió en un desastre ecológico. Este es el legado de los coipos, introducidos por Nikolai Vereshchagin en la década de 1930.  

Vereshchagin, un destacado zoólogo soviético, propuso en los años 30 un ambicioso plan para revitalizar los ecosistemas de la región caucásica. Con la idea de diversificar la fauna y aprovechar los recursos naturales, introdujo al coipu, también conocido como nutria o rata de río, un roedor sudamericano muy valorado por la calidad de su piel.

Este proyecto respondía a los objetivos soviéticos de desarrollo económico y transformación ambiental. En su libro “Los mamíferos del Cáucaso”, Vereshchagin detalló su visión, aunque no previó las consecuencias ambientales negativas que esta especie llegaría a causar en los ecosistemas locales.

¿Qué medidas implementan los países?

Reino Unido es considerado un modelo exitoso en la erradicación del coipo. A través de un esfuerzo liderado por el Ministerio de Agricultura, se logró atrapar al último coipo salvaje en 1989. Sin embargo, esto es difícil de replicar en países donde las poblaciones son mayores, los recursos limitados y las fronteras abiertas facilitan la reintroducción.

En contraste, países como EE. UU. optan por gestionar las poblaciones de rata de río. En Luisiana, un programa de recompensas por cola entregada logró mitigar el impacto en los ecosistemas, aunque no eliminar la especie. Azerbaiyán explora iniciativas similares, pero enfrenta desafíos como tasas que desincentivan la caza y el riesgo de crear mercados que perpetúen la invasión. 

¿Por qué es tan problemático?  

El coipo, un roedor semiacuático, suele medir hasta 60 cm de cuerpo, tienen una cola de 30 cm y llegan a pesar entre 7 y 9 kg. Es reconocido por su alta capacidad reproductiva. Las hembras pueden tener hasta tres camadas al año, cada una con cuatro o cinco crías. Esto favoreció su rápida expansión en los humedales del Cáucaso. Además, carecía de depredadores naturales en la región, lo que facilitó su adaptación y multiplicación.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Aunque en su hábitat original cumple un rol específico, en el este lugar se convirtió en una amenaza para la biodiversidad local. Al alimentarse de vegetación acuática, degrada los ecosistemas de humedales y compite con especies nativas. Su presencia también afecta a aves como el pato cabeza blanca, cuya supervivencia depende de estos hábitats.

+ INFO: La NASA encuentra restos de una nave en Marte

+ INFO: ¿Cómo usar el aire acondicionado sin gastar de más?

Related Articles

Back to top button