Como todas las semanas en Notify hablamos con nuestra sexologa de confianza, la Licenciada Noelia Benedetto, para hablar sobre la diferencia entre menopausia y el climaterio.
Antes de comenzar vamos a hacer una diferenciación conceptual muy importante.
La Menopausia es un acontecimiento único y biológico en la vida de una persona con útero que marca el fin de la etapa fértil. Es la fecha de la última menstruación y se debe a que los ovarios disminuyen la producción de hormonas (estrógenos y progesterona). Para poder determinar la menopausia, se requieren 12 meses consecutivos sin menstruación.
Por otro lado, el climaterio es una etapa (no un evento) de la vida de la persona con útero que se caracteriza por la pérdida de la capacidad reproductiva. Este hecho es variable y tiene lugar entre los 42 y 55 años. Durante el climaterio premenopáusico, el ovario funciona de manera regular hasta que deja de producir hormonas, como consecuencia de un cese de sus ciclos ovulatorios, terminando con el periodo fértil, mientras que en el climaterio postmenopáusico el ovario ya no funciona.
Teniendo claro estos términos, si digo sexo y climaterio se me vienen automáticamente a la cabeza: sequedad vaginal, dolor durante la actividad sexual penetrativa, baja de libido, estos indicadores aparecen en el imaginario social linkeando a esta etapa como el fin de la vida útil de la sexualidad de las personas úteroportantes en esta sociedad.
Menopausia y climaterio
Hay que cuestionar el modelo médico hegemónico androcentrista que, a partir de los años 60, empezó a caracterizar el climaterio como una enfermedad hormonodeficiente, evitable y curable mediante el consumo de estrógenos artificiales. Mientras la medicina occidental detalla las amenazas para la salud que introduce la menopausia, hay sectores que señalan a una cultura sexista y edadista como la verdadera amenaza.
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Se supone que con la reducción de las hormonas el deseo sexual se pierde. Eso es un tanto sesgado; en todo caso se reduce el deseo sexual propio de la juventud. A veces se cree haber perdido el erotismo simplemente por la falta de estímulos apropiados. La edad no es un predictor significativo de la disminución del deseo, pero sí lo es la creencia de que esta reduce el deseo y la actividad sexual. El estudio WISHeS (Women’s International Study of Health and Sexuality) mostró que sólo un 9% de las mujeres que tienen un climaterio espontáneo y un 26% de las que tienen uno más brusco posquirúrgico experimentan una alteración seria y perdurable de la libido, aunque de forma más leve sí es un síntoma muy común.
Si hay dolor: el erotismo no pasa sólo por la vía vaginal, y no es imprescindible llegar a la penetración para disfrutarlo y tener orgasmos muy placenteros. Pasa, más que por los genitales, por los cinco sentidos. Las fuentes del erotismo son múltiples y variadas. Los sentidos son capaces de captar imágenes, olores, sabores, palabras, texturas. Suele haber más tiempo y más experiencia, por lo tanto más herramientas para desplegar la creatividad.
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La falta de lubricación es otro de los aspectos que se suelen asociar al climaterio, la cual es de efectiva resolución con lubricantes (a base de agua para no dañar los métodos de barreras preventivos de ITS: campo profiláctico y preservativo).
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A esto hay que añadir el mandato de la belleza/juventud y por lo tanto se asigna algo de lo antiestético al cuerpo mayor. Encuentran que su cuerpo no es atractivo sexualmente y esto genera sentimientos de vergüenza y malestar. Se supone que solamente puede ser deseada, o saberse deseada, una socializada mujer si tiene un cuerpo perfecto, pero no sucede lo mismo en relación a los socializados varones. En una sociedad que premia la belleza hegemónica y la juventud como dos valores indisolubles, sobre todo en las socializadas mujeres, la menopausia y el climaterio se relacionan con la decadencia de envejecer. Anna Freixas considera que la falta de modelos positivos y atractivos de mujeres mayores con los que identificarnos enriquece a la industria farmacéutica y cosmética que nos vende productos “antiedad”.
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También hay quienes desean prescindir del ejercicio de su sexualidad. Y es una opción tan válida como otra cualquiera.
Con el paso de los años, las marcadas como mujeres suelen creer que es tiempo de “despedirse del disfrute”. Uno de los motivos por los cuales las personas mayores suelen perderse el disfrute sexual reside en que no han elaborado el duelo por la sexualidad adolescente olvidando que las prácticas del erotismo exceden las experiencias centradas en la genitalidad.
La sexualidad netamente reproductiva lleva a considerar la menopausia como el límite a la sexualidad total, el fin del deseo sexual legítimo. Genera la idea de que es inapropiado que las socializadas mujeres tengan deseo, así que de alguna manera lo van extinguiendo porque no le dan lugar.
El ingreso al climaterio no le pone fin a la sexualidad recreativa, solamente implica un cese reproductivo. Entonces… No, el deseo no desaparece. Ni la sexualidad ni el deseo desaparecen nunca, nos acompañan hasta el último aliento.
En el caso de que estés atravesando por esta etapa y tengas dudas o dificultades, resulta de suma importancia realizar una consulta a un profesional especialista para poder transitar esta etapa.
La columna de la Lic. Noelia Benedetto es auspiciada por PLAYBOYS CONDOMS, explorá con #modoplayboy.