El síndrome del impostor y su impacto en tu vida profesional
En su columna mensual, Jime González Sánchez, nos cuenta qué es el síndrome del impostor y cómo nos perjudica profesionalmente.
El síndrome del impostor es un trastorno psicológico que nos hace sentirnos equivocadamente indignos de los éxitos que logramos, movidos por la creencia de que no estamos a la altura de las circunstancias o de que lo que conseguimos sucede más por azar que por méritos propios. La expresión fue creada en primer lugar por Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978.
Aunque el síndrome del impostor no está tipificado como un trastorno psicológico clínico, muchas personas lo padecen. Más del 70% de las personas lo sufren.
Nadie quiere sentirse como un impostor en el trabajo. Pero la verdad es que el síndrome del impostor es algo real. Parece además, que es más frecuente entre las mujeres. El síndrome del impostor se convierte así, muy a menudo en el síndrome de la impostora. De hecho, según un estudio encargado por Access Commercial Finance en Reino Unido, dos tercios de las mujeres consultadas lo habían experimentado alguna vez en sus vidas.
Es por lo anterior, que es muy importante abordarlo tanto de manera personal como parte de las políticas dentro de las empresas.
Características del síndrome del impostor
Todas las personas experimentan el síndrome del impostor de manera ligeramente diferente, pero entre las características comunes se incluyen las siguientes:
- Falta de confianza en sí mismo: A pesar de tener un desempeño exitoso, las personas pueden creer que su éxito se debe a la suerte o a factores externos, lo que les impide reconocer su valía y capacidad.
- Evitación de desafíos y oportunidades de crecimiento: Temer no estar a la altura de las expectativas y preferir permanecer en su zona de confort para evitar ser descubiertos como “fraudes”.
- Autoexigencia excesiva: Las personas con el síndrome del impostor suelen establecer estándares de perfección extremadamente altos para sí mismas. Se sienten presionadas por cumplir con estos estándares imposibles, lo que puede generar un nivel de estrés y ansiedad considerable en el entorno laboral.
- Estrés laboral: La constante sensación de ser un impostor y el miedo a ser descubiertos puede generar altos niveles de estrés en el trabajo. Este estrés puede afectar la salud mental y emocional de los individuos, así como su desempeño y productividad en el trabajo.
- Limitación del crecimiento profesional: El síndrome del impostor puede actuar como una barrera para el crecimiento profesional. Las personas pueden sentirse inseguras al solicitar ascensos, oportunidades de liderazgo o nuevas responsabilidades, lo que limita su progreso en la carrera.
¿Qué puedo hacer al respecto?
Si estás buscando información sobre cómo superar el síndrome del impostor a nivel personal, hay muchas medidas que puedes tomar para reducir esa sensación. Aquí van algunos consejos para lograrlo:
- Reconoce y acepta tus logros: Toma conciencia de tus logros pasados y presentes. Haz una lista de tus éxitos y habilidades, y reconoce que los has obtenido por mérito propio. Acepta que mereces estar donde estás y que tus logros son válidos.
- Desafía tus creencias limitantes: Identifica las creencias negativas y limitantes que te impiden reconocer tu valía. Cuestiona esas creencias y reemplazarlas con pensamientos positivos y realistas sobre tus capacidades. Recuerda que todos cometen errores y que el aprendizaje es parte del crecimiento profesional.
- Acepta el aprendizaje y el crecimiento: Cambia tu enfoque hacia el aprendizaje y el crecimiento en lugar de buscar la perfección. Reconoce que es normal no saberlo todo y que el crecimiento personal y profesional implica aprender de los errores y adquirir nuevas habilidades (en el episodio “Mejor hecho que perfecto” hablamos bastante de este tema).
- Busca apoyo y comparte tus experiencias: Encuentra personas de confianza en tu entorno laboral con las que puedas compartir tus sentimientos y experiencias relacionadas con el síndrome del impostor. Compartir tus preocupaciones y escuchar las experiencias de otros te recordará que no estás solo y te brindará un apoyo invaluable
- Modifica tu diálogo interno: Presta atención a tu diálogo interno y reemplaza los pensamientos negativos y autocríticos con afirmaciones positivas. Enfócate en tus fortalezas y en tus logros pasados para contrarrestar los sentimientos de ser un impostor.
- Aprende a aceptar cumplidos: Aprende a aceptar y apreciar los cumplidos de los demás en lugar de descartarlos. Agradece los elogios y reconoce que son un reflejo de tus logros y capacidades.
- Enfócate en el proceso, no solo en los resultados: Cambia tu enfoque hacia el proceso y el esfuerzo que pones en tu trabajo en lugar de obsesionarte únicamente con los resultados. Reconoce y valora el progreso que has logrado y disfruta del proceso de aprendizaje y crecimiento.
- Busca ayuda profesional si es necesario: Si el síndrome del impostor te está causando un malestar significativo y afecta tu bienestar y desempeño laboral, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Un terapeuta o coach especializado puede proporcionarte las herramientas y el apoyo necesario para superar el síndrome del impostor.
¿Qué pueden hacer las empresas y/o organizaciones con respecto a esto?
Fomentar una cultura de apoyo, reconocimiento y equidad.
Aquí hay algunas formas de lograrlo:
- Promover la comunicación abierta: Establecer un ambiente en el que los empleados se sientan cómodos compartiendo sus inquietudes y desafíos. Alentar la comunicación abierta y honesta ayuda a crear un entorno en el que las personas puedan hablar sobre sus sentimientos de impostor y recibir apoyo y orientación de sus colegas y superiores.
- Brindar retroalimentación y reconocimiento: Reconocer y apreciar los logros y contribuciones de los empleados. Proporcionar retroalimentación constructiva y positiva ayuda a contrarrestar los sentimientos de inseguridad y duda que acompañan al síndrome del impostor. Destacar los éxitos individuales y en equipo fomenta la confianza y la autoestima.
- Fomentar el desarrollo profesional: Ofrecer oportunidades de capacitación, desarrollo y crecimiento personal y profesional. Esto puede incluir programas de mentoría, entrenamiento en habilidades específicas y la creación de un ambiente que valore y promueva el aprendizaje continuo. El fomento del crecimiento profesional ayuda a las personas a adquirir confianza en sus habilidades y competencias.
- Establecer expectativas realistas: Promover una cultura en la que se valoren los esfuerzos y se comprenda que el error y el aprendizaje son parte del proceso. Establecer expectativas realistas y alentar a los empleados a tomar riesgos y aprender de sus experiencias fomenta un ambiente de crecimiento y evita la presión excesiva por la perfección.
- Fomentar la colaboración y el trabajo en equipo: Incentivar la colaboración y el intercambio de ideas entre los miembros del equipo. El trabajo en equipo puede ayudar a contrarrestar el aislamiento y los sentimientos de ser un impostor al permitir que las fortalezas individuales se complementen y se apoyen mutuamente.
- Liderazgo ejemplar: Los líderes desempeñan un papel crucial en la creación de una cultura de apoyo y reconocimiento. Los líderes deben ser modelos a seguir al demostrar confianza en sí mismos y en sus equipos. Alentar la participación, el crecimiento y el desarrollo de los empleados ayuda a cultivar un entorno en el que el síndrome del impostor tenga menos cabida.
- Transparencia en escalas salariales y ascensos: Al fomentar una cultura de apoyo y reconocimiento, las empresas pueden ayudar a sus empleados a superar el síndrome del impostor y promover una mayor confianza, satisfacción y productividad en el lugar de trabajo. Es un proceso continuo que requiere el compromiso de todos los miembros de la organización para crear un entorno de trabajo saludable y positivo.