“Conejos virtuales” para sustituir a los animales de experimentación
El proyecto europeo VICT3R busca reemplazar hasta un 25% de animales en experimentos con homólogos virtuales, mejorando la ética y la economía de la investigación.
El proyecto europeo VICT3R creó ‘conejos’ virtuales para reducir hasta un 25% la cantidad de animales requeridos en experimentos que evalúan la seguridad de medicamentos y otras sustancias químicas. Este esfuerzo tiene como objetivo sustituir a los animales reales en los grupos de control por modelos generados a partir de datos históricos acumulados por la industria farmacéutica.
Coordinado por la Universitat Pompeu Fabra (UPF), la iniciativa incluye la participación de 33 instituciones, tanto públicas como privadas, además de 19 compañías farmacéuticas.
Ferran Sanz, catedrático de la UPF y coordinador del proyecto, aseguró que la reutilización y compartición de datos, junto con el uso de nuevas técnicas de ciencia de datos, ofrecen grandes oportunidades para implementar los principios 3R (reducir, refinar y reemplazar) en la experimentación preclínica.
Estudios anteriores liderados por Sanz ya constataron la eficacia de estos conejos digitales en la evaluación de la seguridad de fármacos. Actualmente, el equipo busca perfeccionar la metodología para que los controles virtuales cumplan con los altos estándares exigidos por las autoridades sanitarias al evaluar y aprobar nuevos medicamentos.
Para lograrlo, se prevé la aplicación de técnicas de inteligencia artificial que complementen el conocimiento de las bases de datos. Según Manuel Pastor, profesor de la UPF y encargado de implementar estas técnicas, en algunos casos se podrán generar controles virtuales utilizando datos históricos de animales reales, mientras que en otros, los métodos generativos de IA serán esenciales para crear conejos virtuales completamente sintéticos.
Thomas Steger-Hartmann, líder industrial del proyecto en Bayer AG, destacó que la adopción de grupos de control virtuales no solo mejorará la ética de la investigación, sino que también generará beneficios económicos significativos.
El proyecto VICT3R cuenta con un presupuesto de 28 millones de euros, de los cuales 13,5 millones son aportados por la Comisión Europea y el resto por las empresas farmacéuticas. Además, se espera expandir este concepto de grupos de control virtuales a otros estudios toxicológicos y farmacológicos que se llevan a cabo tanto en entornos académicos como industriales.