Ciudades del mundo toman acciones contra el turismo masivo
De Venecia a Palma de Mallorca, las urbes más visitadas de Europa adoptan medidas para equilibrar el turismo con la calidad de vida local. Descubre cómo están transformando su enfoque.
El turismo masivo genera tensiones crecientes en comunidades locales. Ciudades europeas están implementando medidas innovadoras para reducir el impacto negativo de las multitudes y preservar su patrimonio.
Venecia: La icónica ciudad italiana, que recibe millones de visitantes al año, ahora limita los grupos turísticos a 25 personas, prohíbe los altavoces y cobra una tasa de entrada de 5 euros en días de alta afluencia. Esta tarifa piloto recaudó 2,25 millones de euros en tres meses, destinados a mejorar la sostenibilidad urbana.
España: Desde 2017 es el segundo país del mundo que más visitantes recibe. Palma de Mallorca fue pionera en la implementación de un impuesto turístico en 2016, con tarifas que oscilan entre los 0,50 y 2 euros por día para fomentar la sostenibilidad en la isla. En 2022 limitó la capacidad de alojamientos turísticos y prohibió su oferta en edificios de uso residencial colectivo. Además, estableció un acuerdo para regular la llegada de cruceros, en el que se permiten solo tres por día y solo uno puede superar los 5.000 pasajeros.
Florencia: En Italia, Florencia enfrenta el impacto del turismo masivo en su casco histórico, patrimonio de la UNESCO. Para frenar este desgaste, restringieron los alquileres turísticos y los vehículos usados para recorridos en áreas sensibles. Estas iniciativas buscan proteger la vida local y evitar el colapso de su infraestructura cultural.
Estas medidas buscan garantizar que el turismo sea sostenible y beneficioso tanto para los visitantes como para los residentes. Estas experiencias muestran que regular el turismo es clave para preservar el equilibrio urbano y el patrimonio cultural.
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