Brecha salarial de género en Argentina: Causas y consecuencias

La brecha salarial en Argentina es del 27,7%, según los últimos datos publicados por el INDEC.

La disparidad salarial entre hombres y mujeres, conocida como brecha salarial, es un indicador revelador que muestra las diferencias en los ingresos de ambos géneros en una población. Según ONU Mujeres, esta brecha se calcula como el porcentaje resultante de dividir la diferencia entre el salario promedio de hombres y mujeres entre el salario promedio de los hombres. Cuando la cifra es positiva, indica que las mujeres ganan menos.

Si observamos los datos recientes de la Encuesta Permanente de Hogares del segundo trimestre de 2023, publicada por el Instituto Nacional de Censos y Estadísticas de la República Argentina (INDEC), la brecha salarial en Argentina es del 27,7%. Durante este período, el ingreso promedio de los varones fue de 161,252 pesos, mientras que el de las mujeres fue de 116,584 pesos, lo que significa que las mujeres ganan en promedio 44,668 pesos menos que los hombres.

El análisis a lo largo de los últimos cuatro años muestra fluctuaciones. En el segundo trimestre de 2021, la brecha salarial alcanzó un pico del 29,2%, disminuyó en el mismo período de 2020 y volvió a aumentar en el último trimestre de 2023.

Causas de la brecha salarial: Más allá de los números

Según ONU Mujeres, existen cinco razones fundamentales para la brecha salarial en el mundo, que incluyen empleos a tiempo parcial para reducir costos, trabajos mal remunerados, trabajos socialmente menos valorados por género, discriminación en el mercado laboral y el desconocimiento de la diferencia salarial entre mujeres y hombres por parte de los trabajadores.

Otros factores que inciden directamente en el desarrollo profesional y crecimiento económico de las mujeres incluyen las licencias por paternidad y las tareas de cuidado. Según datos del INDEC, las mujeres dedican, en promedio, aproximadamente tres horas más al día que los hombres a tareas como limpiar, alimentar y cuidar.

Este tiempo, crucial para el desarrollo diario de la sociedad, no se ve reflejado en remuneración. Con el objetivo de concientizar sobre esta realidad, el Ministerio de Economía ha lanzado una “Calculadora del Cuidado” que revela cuánto valor económico se pierde, aproximadamente 192 horas al mes, equivalente a ocho días completos, que las mujeres dedican a estas tareas no remuneradas. .

Desafíos y desconocimientos que perpetúan la brecha

Además de las razones mencionadas, la falta de información en la sociedad y el mercado laboral, junto con la escasa respuesta del Congreso para ampliar las licencias por paternidad (actualmente de solo 2 días en comparación con las licencias por maternidad de 90 días), también contribuyente a la desigualdad económica entre hombres y mujeres.

Recientemente, una encuesta de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires reveló que el 21,8% de los empleados varones en relación de dependencia en la provincia desconoce si existe licencia por paternidad en su lugar de trabajo.

Además, el mismo informe señaló que el 21,8% de los trabajadores recibió cuestionamientos personales por tomar licencias por paternidad, con comentarios como “dominado”, “de esas cosas se encargan las minas”, y “si la que lo tuvo fue tu señora”.

Estas causas, junto con la distribución desigual de tareas de cuidado, también contribuyen a la existencia del “techo de cristal” en el mercado laboral, un fenómeno naturalizado que sugiere que las mujeres no pueden acceder a puestos jerárquicos debido a las responsabilidades domésticas y las licencias que pueden tomar.

En relación con este último punto, Gala Díaz Langou, directora de CIPPEC, destaca que “la brecha salarial no es casual”, ya que solo el 30% de las personas con roles jerárquicos son mujeres, con excepción del Poder Legislativo, que aprobó la ley de paridad de género el año pasado. Este panorama abre la puerta a políticas públicas que aborden la brecha, como la reestructuración de licencias por maternidad y paternidad, la ampliación de la oferta de espacios para el cuidado de los niños, y la promoción de modelos femeninos diversos en publicidad y campañas para construir nuevas representaciones.

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