Tu empresa necesita objetivos transparentes: Bases e impacto de OKR

Jime Gonzáles Sanchez nos habla sobre las bases e impacto de la metodología OKR.

En la columna más productiva de la semana, Jime Gonzáles Sanchez nos habla sobre las bases e impacto de la metodología OKR.

Los que vienen siguiendo de cerca esta columna ya saben que en el episodio anterior “Mejor hecho que perfecto”, hablamos de la importancia de iniciar ese proyecto, el concepto de MVP y el aprendizaje que esta experiencia nos brinda para poder seguir mejorando.

Ahora bien, una vez que pusimos primera, lo cual es un gran paso, ahora tenemos que ver el mapa: ¿A dónde vamos? ¿Cuáles son los caminos alternativos ? y ¿Cuales son las paradas que tenemos que hacer? 

Es como cuando usamos Google Maps para que nos muestre el camino, muchas veces hasta nos ofrece alternativas. ( Más kilómetros, más rápido, con peaje, etc) y estas alternativas que tenemos al ver el mapa completo nos ayudan a tomar decisiones. Lo mismo pasa con cualquier proyecto que tengamos, ya sea a nivel personal o empresarial.

Lo que necesitamos entonces son objetivos y planes de acción.

En mi rol como OKR Coach, he notado como muchas veces los dueños tienen en claro su visión y objetivos pero no son transparentes, no lo transmiten al resto de la  organización y mucho menos permiten que los colaboradores participen en la creación de los planes de acción. 

Como consecuencia nos encontramos con personas que simplemente van y hacen su trabajo día a día, solo lo que se les pide, pero irónicamente pretendemos que estas personas estén comprometidas. ¿Comprometidas con qué? ¿Con qué visión? ¿A dónde vamos? y ¿Cuánto nos falta para llegar allí?.  Los colaboradores desconocen cuál es el real aporte que hacen a la empresa y mucho menos a los objetivos y al crecimiento.

Quizás te suene el relato de los dos trabajadores picando piedras.

Cuando le preguntan al primero este contesta “ estoy picando piedras” Cuando le preguntan al segundo, este contesta “ Estoy ayudando a construir una catedral” 

¿Cuál de los dos estará más motivado con su trabajo?

¿Cómo plasmamos nuestros sueños en un plan de acción?

Existe una metodología que colabora mucho en este desafío y se llama OKR (Objectives and Key Results). En este artículo no vamos a entrar en demasiados detalles de la metodología OKR pero sí, algunos conceptos para que puedas poner en práctica:

  • En primer lugar, ya sea un proyecto familiar, un emprendimiento o estrategia empresarial, tenemos que visualizar, aunque sea a grandes rasgos, en dónde queremos estar en 5 años.
  • En segundo lugar vamos a crear los pilares del año, en este caso 2023. Cómo máximo 5 pilares. ( Recordemos que la clave es hacer foco) Ejemplo: Si hablamos de la vida personal un buen ejercicio para definir los pilares es la rueda de la vida. (En mi perfil @jimeconjotaok van a poder encontrar la explicación del ejercicio) Quizás los pilares en este caso sean familia, deporte, dinero , profesión, etc. Si hablamos de empresas por ejemplo, los pilares pueden ser  financieros, de impacto, internacionalización, etc
  • Con los pilares del año definidos empieza el cascadeo y la colaboración. Aquí es  donde se transparentan los pilares y definimos juntos el plan de acción, que vamos a hacer los primeros 3 meses del año  para encarar esos pilares. A nivel empresarial, la complejidad va a estar dada por el tamaño de la organización (en OKR se llaman “ Cadencias”) pero por ejemplo, 
  • Lo siguiente es hacer seguimiento. Si lo hago de manera individual es importante tener estos objetivos y planes en un lugar visible y cada cierto tiempo chequear avances.
    Si es en equipo, también necesitamos esto en un lugar visible como documentos compartidos, o aplicaciones colaborativas y establecemos reuniones de  chequeos semanales o quincenales.
    Esto es un hábito nuevo y no es sencillo generarlo por eso muchas veces acompañamos a los equipos de manera trimestral o anual hasta que adopten la metodología.
  • Cuando finaliza el trimestre, hacemos una análisis (en metodologías ágiles llamamos retrospectiva) para evaluar lo que salió bien qué salió mal y las bases para el siguiente trimestre.

Como quizás notaron, esta metodología se vuelve cíclica, no se trata de una acción de una sola vez, sinó de múltiples acciones encadenadas y con el tiempo se hace un hábito, y este hábito se transforma en un nuevo mindset, en una nueva manera de gestionar nuestra vida, nuestro trabajo y nuestro crecimiento.

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