Sellos negros: ¿Lograron cambiar nuestros hábitos de consumo?
Un estudio de la UCA analiza el impacto de la ley de etiquetado frontal en Argentina.
Los sellos negros de advertencia sobre el exceso de azúcares, grasas y sodio han logrado calar en la conciencia de los consumidores argentinos. Según un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA), más de un tercio de los hogares encuestados ha modificado sus hábitos de compra a raíz de la ley de etiquetado frontal.
La encuesta, que midió la percepción de los consumidores sobre la ley, arrojó resultados alentadores:
- Mayor conciencia: El 90% de los encuestados conoce la existencia de los sellos negros y comprende su significado.
- Cambio de hábitos: El 35% de los hogares ha reducido su consumo de productos con sellos de advertencia.
- Influencia en la decisión de compra: El 72% de los consumidores considera los sellos negros al momento de elegir un producto.
Sin embargo, el estudio también evidenció algunas brechas importantes:
- Niños y adolescentes: El 75% de los niños y adolescentes siguen viviendo en hogares donde la dieta no ha cambiado a pesar de la ley.
- Desigualdad: El impacto de la ley es menor en hogares de bajos recursos, donde la accesibilidad a alimentos saludables suele ser más limitada.
- Inconsistencias: Algunos productos saludables, como pescados enlatados, yogures o legumbres en lata, llevan sellos de advertencia a pesar de estar recomendados por las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA).
A pesar de estas limitaciones, el estudio de la UCA confirma que la ley de etiquetado frontal ha sido un paso positivo hacia una alimentación más saludable en Argentina. Se espera que, con el tiempo, la medida continúe educando a los consumidores y promoviendo cambios duraderos en los hábitos de compra, especialmente entre los grupos más vulnerables.