Reunión clave: el Gobierno convoca a los gobernadores a la Casa Rosada

El encuentro se llevará a cabo este viernes a las 15 y estará encabezado por el ministro del Interior y el jefe de Gabinete.

Las dudas sobre la convocatoria del Gobierno carcomieron los últimos días, con incertidumbre sobre la participación de todos los gobernadores, el formato de la cumbre y el horario. Después de la declaración del ministro del Interior, Guillermo Francos, sobre “dos o tres reuniones” separadas, Presidencia decidió convocar a todos los jefes provinciales para este viernes a las 15 horas en la Casa Rosada.

El mail de convocatoria llevaba la consigna “convocatoria al diálogo por el Pacto de Mayo”, enviado por Francos. La reunión estaba originalmente programada para las 10 de la mañana, pero se trasladó a las 15 horas debido a los horarios de vuelo de algunos gobernadores.

El ministro del Interior, junto a Nicolás Posse, liderarán la reunión, siendo Posse el encargado de la articulación política con la oposición, un rol previamente no desempeñado por él. La asistencia de Milei, aunque anunciada, es incierta, ya que se espera una nutrida participación para confirmarla.

Los gobernadores muestran diferentes posiciones ante la convocatoria. Axel Kicillof está dispuesto a participar pero exige la presencia del Presidente. Algunos, como Ricardo Quintela y Gildo Insfrán, ya han expresado su decisión de no asistir, mientras que otros, como Raúl Jalil y Gustavo Melella, están considerando la opción.

De los aliados del Gobierno, Osvaldo Jaldo ya confirmó su participación, mientras que Alfredo Cornejo y Marcelo Orrego no podrán asistir debido a compromisos en Canadá. La convocatoria busca discutir demandas provinciales y ofrecer alivio fiscal a cambio de aprobar una ley ómnibus acotada, con puntos como las facultades delegadas a Milei y la privatización de empresas públicas.

Por otro lado, el ministro de Economía, Luis Caputo, estará ausente debido a su participación en una asamblea del BID en Washington. Sin embargo, su cartera dejó un mensaje claro a los ministros de Economía provinciales, defendiendo el recorte de transferencias y la parálisis de la obra pública, mientras prometía analizar el acceso a financiamiento externo para las provincias.

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