Redes cerebrales y depresión

Un estudio revela cambios en la comunicación cerebral asociados a la depresión.

La depresión altera las redes cerebrales de las personas. Un estudio reciente demostró que esta afección modifica las conexiones internas del cerebro, incluso si los individuos no presentan síntomas.

Investigadores utilizaron un método de imagen cerebral llamado FMRI y descubrieron que la depresión “reasigna” una red cerebral clave para la motivación y la atención. Estos cambios se detectaron antes de que los sujetos mostraran síntomas, lo que sugiere que era posible prever quién desarrollaría depresión.

Jonathan Roiser, neurocientífico del University College de Londres, destaca: “El hallazgo clave es la expansión de la red de saliencia, lo que es novedoso, ya que no se reconocía que condiciones clínicas como la depresión pudieran ampliar las redes cerebrales”.

El estudio, publicado en Nature, analizó la actividad cerebral de 141 personas con depresión y 37 sin ella, revelando que la “red frontoestriatal de percepción” se amplía en quienes padecen depresión. Esta red es esencial para regular la atención y las respuestas emocionales.

La investigación mostró que la ampliación de esta red puede predecir el desarrollo de depresión. Se detectó en niños de 10 a 12 años que luego padecieron la enfermedad en la adolescencia. Aunque se relacionó con síntomas de pérdida de placer y motivación, los investigadores no concluyeron si los cambios estaban vinculados a pensamientos depresivos específicos.

Roiser afirma que la red de saliencia se redefine para incluir áreas cerebrales cruciales en la depresión. Esto podría explicar por qué el ejercicio, que mejora la depresión, influye en esta red.

Klein-Flügge sugiere que la expansión de la red de saliencia podría convertirse en un “biomarcador” de la depresión, lo que permitiría a los médicos identificar la enfermedad de manera más efectiva. Sin embargo, Roiser es escéptico sobre la posibilidad de encontrar un único biomarcador, argumentando que los síntomas depresivos provienen de una compleja interacción entre diferentes circuitos cerebrales.

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