Murió Ana Estrada, la primera paciente en someterse a la eutanasia en Perú
A raíz de su caso el país reconoció el derecho a la muerte asistida.
La psicóloga peruana Ana Estrada Ugarte falleció el pasado domingo 21 de abril tras someterse a un procedimiento de eutanasia, un hecho histórico que la convierte en la primera paciente en acceder a la muerte asistida en el país. Su caso, marcado por una ardua batalla legal para obtener el reconocimiento de su derecho a una muerte digna, ha abierto un nuevo capítulo en el debate sobre este tema en Perú.
Estrada, de 47 años, padecía polimiositis, una enfermedad rara e incurable que provoca inflamación y debilidad muscular. En 2015, su condición se agravó al punto de requerir una traqueotomía y una gastrostomía para respirar y comer, lo que le arrebató su autonomía y la obligó a depender de cuidados permanentes.
Ante esta situación, Estrada decidió iniciar una incansable lucha por su derecho a una muerte digna. En 2019, creó el blog “Ana busca la muerte digna” y lanzó una petición para que las autoridades peruanas le permitieran acceder a la eutanasia. Su caso, sin precedentes en el país donde la eutanasia era ilegal, llegó al Poder Judicial a través de una acción de amparo presentada por la Defensoría del Pueblo.
En un fallo histórico, la Corte Superior de Justicia de Lima en 2021 ordenó al Ministerio de Salud respetar la voluntad de Estrada y no aplicar el Código Penal, que sancionaba el “homicidio piadoso” con hasta tres años de cárcel. Esta decisión fue ratificada por la Corte Suprema en julio de 2022.
Finalmente, el pasado domingo, Estrada pudo ejercer su derecho a una muerte digna, falleciendo en paz y en sus propios términos, tal como lo había deseado. Su legado deja una profunda huella en la lucha por el derecho a morir con dignidad en Perú, abriendo un camino para que otros pacientes con enfermedades terminales puedan acceder a esta opción en el futuro.
El comunicado difundido por su abogada, Josefina Miró Quesada, destaca la valentía y determinación de Estrada, a la vez que agradece a todas las personas que la acompañaron en su lucha y apoyaron su decisión.
“Ana partió agradecida con todas las personas que se hicieron eco de su voz, que la acompañaron en su lucha y que, de manera incondicional, apoyaron su decisión con amor y empatía”, señala el comunicado.