La herramienta clave para enfrentar los impactos de El Niño
Un nuevo instrumento promete anticipar los riesgos y mitigar las consecuencias del fenómeno climático.
El Niño altera significativamente los patrones de humedad y temperatura a nivel global. Estos cambios desencadenan eventos extremos como sequías severas, inundaciones intensas y una mayor frecuencia de incendios forestales. En la Amazonia, estos efectos son particularmente devastadores, ya que incrementan la desertificación y exacerban la vulnerabilidad del bioma.
Ante este escenario, investigadores desarrollan un índice de riesgo de incendios para la Amazonia. Este sistema combina indicadores meteorológicos, como las precipitaciones, con datos hidrológicos relacionados con la disponibilidad de agua en suelos, ríos y acuíferos. El propósito es implementar un sistema de alerta temprana que identifique las áreas más propensas a incendios debido a escasas reservas hídricas.
Al analizar datos satelitales y monitorear focos de fuego, expertos brasileños observaron cómo las condiciones de sequía agravan la pérdida de humedad en el suelo y reducen la capacidad de recuperación de los acuíferos. Entre 2004 y 2016, se identificó una disminución marcada de agua en tres niveles: suelo superficial, zona de raíces y aguas subterráneas.
En 2023, los incendios en la Amazonia alcanzaron cifras récord. Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), se registraron 132.211 focos de fuego hasta noviembre, el mayor número desde 2010.
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