Con un primer acercamiento durante el 2020 hacia su camino como solista, Juana Aguirre da a luz a “Fuego“, producida junto a Matias Cella (Jorge Drexler, Kevin Johansen, Mercedes Sosa, entre otros). Es allí donde comienza esta exploración y despertar de nuevos sonidos dentro de la gama de disciplinas que despliega en su carrera artística.
Juana, a demás de presentarse como la principal cantautora y productora de “Claroscuro”, su álbum debut, cuenta con la participación en el área de producción de Ignacio Cruz ( Pommez Internacional), Juan Stewart (Jaime sin Tierra, La Femme d’Argent) y Dylan Lerner. Y con grandes artistas invitados como Santiago Motorizado ( El Mató a un Policía Motorizado) y su hermana, Lola Membrillo.
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Considerada una de las promesas dentro de la escena local de Argentina y Latinoamericana, Juana llevó a “Claroscuro” hacia el viejo continente donde participó del Festival Internacional Esloveno Druga Drogba, tocó en Madrid, y abrió el show de Bandalos Chinos en Sala Apolo 2 en Barcelona (España) y se presentó en Samheads en Berlín (Alemania).
Por otro lado, presentó su proyecto en el Quilmes Rock 2022, el pasado 19 de agosto arrasó con su fecha SOLD OUT en el Teatro Margarita XIRGU, además recientemente tuvo la oportunidad de mostrar su elegancia en el Primavera Sound 2022 en Buenos Aires, estuvo en la apertura del concierto de Alice Phoebe Lou el 30 de noviembre en Niceto Club y cerrará su exitoso año nuevamente en el Teatro Margarita Xirgu el 15 de diciembre.
Para adentrarnos más en su mundo es que charlamos con la artista. Aquí la entrevista completa.
¿Cómo fue el proceso de composición, grabación y mezcla de Claroscuro?
Parte de un proceso de muchos meses, pero fué en el 2020 cuando me sumergí de lleno en este experimento. Al principio tenía maquetas, notas, no sabía qué forma iba a tomar todos esos micromundos de canciones. Fue un alivio que haya devenido en album. Me hace sentir que ahora estoy en un nuevo capitulo creativo y eso me ordena y me energiza. En Claroscuro la experimentación se dio por la necesidad de recrear un paisaje emocional. Fue un proceso intuitivo. Usando la computadora como instrumento. De esa forma la “banda sonora” la fui descubriendo mientras hacía, no hubo una forma premeditada.
Trabajaste con tres productores muy grosos y distintos a la vez como Juan, Mati, Dylan, Cruz e Igna. ¿Qué aportó cada uno de ellos a la obra?
Cada uno aportó algo distinto, fue hermoso poder trabajar con tantas personas que admiro coproduciendo o mezclando muchas de las canciones del disco. Trabajar con tantas colaboraciones me ayudó a profundizar en el universo sonoro del disco, aprendí mucho. También en momentos de neurosis y loop interno, trabajar con otrxs es siempre liberador. Poder compartir el proceso, no estar tan sola.
¿Cómo fue la recepción del disco en tus visitas a otros países?
Fue inesperado y muy hermoso. Al poco tiempo de lanzar el album, me invitaron a tocar a un festival en Eslovenia. En ese entonces todavía no sabía si tocar en vivo o no, menos sabia cómo traducir las canciones a un set en vivo. Confirmé ese primer concierto, y a raíz de eso se desplegaron otros conciertos por Madrid, Berlin y Barcelona, y otros festivales en Buenos Aires también. Fue hermoso porque conocí cara a cara a la gente que escuchaba mi música, y eso es muy valioso.
¿Qué experiencia te dejó la participación en festivales?
Tocar en festivales es una aventura. Todo puede pasar. El reloj corre rápido, las pruebas de sonido son cortas, la contaminación sonora y la superposición de conciertos es inevitable. Cuando toco en festivales me enfoco mucho en mi banda, me ayuda concentrarme en las canciones, en lo que digo e insistir en los climas y los silencios. Me gusta cómo la música se resignifíca en cada uno de esos contextos. Me llévo muchos aprendizajes de cada una de esas experiencias.
¿Cómo se dio la participación de Santi y de Lola en el disco?
Mientras vivía a las afueras de Bariloche, y estaba trabajando en el disco, lo contacté a Santi y le mandé el Gigante contándole que mientras la escribía se me apareció su voz, grave y profunda. Un mes después la grabó, y cuando me la mando no podía dejar de escucharla. Pensé dejar su voz cantando toda la canción, los dos versos, cosa que al final se dio de otro modo pero hasta el día de hoy me arrepiento, porqué me gusta mucho cómo la interpretó. Con Lola fue distinto porque escribimos muchas canciones juntas, es algo que solemos hacer seguido, pero con Ven a Visitarme se dió todo muy rápido. La escribimos en una noche y la grabamos al otro día. Esa misma noche la produje y al otro día la mandé a mezclar. Fue un proceso fugaz.
Hace algunos años había más lugares en la escena para propuestas para la música hecha desde la Guitarra. ¿Cómo ves la escena actual?
Me parece que sigue habiendo mucho lugar todavía para la música hecha desde la guitarra. Pero una cosa es la musica que se hace desde la guitarra, y otra la que se hace con la guitarra. ¿Te referís a un genero más canción/cantautor? Siempre hay lugar para todo, el tema es poder sostener lo que unx hace con honestidad y valentía. Muchas musiques viven de la musica que hacen y necesitan dar lo que la industria pide. El problema es cuando eso interfiere y estructura tu obra.
¿Te gusta ponerle imágenes a la música que hacés?
Me gusta mucho. Me ayuda a entender lo que hago desde otras dimensiones, a abstraerme de los wavs, y entrar en un imaginario gráfico. Suelo trabajar mucho con Maks Fede, que siempre sabe interpretar de una forma detallista y sensible los paisajes y personajes que evocan las canciones.
Por Santiago Ramos
