Farmacia de poesía: remedios para el alma

Un espacio donde las palabras alivian las dolencias emocionales.

En la Farmacia de la Poesía, ubicada en Oxford Street, los visitantes encuentran más que solo libros: buscan respuestas a preguntas sobre el amor, la soledad o la ansiedad. Este innovador espacio londinense ofrece “tónicos” literarios que proporcionan calma, consuelo e inspiración a quienes los necesitan. Desde obras de poesía y filosofía hasta psicología, cada libro tiene el potencial de curar las dolencias emocionales.

Deb Alma, fundadora de la farmacia, comparte que la poesía tiene una capacidad única para tocar el alma. “En bodas y funerales, se recitan poemas”, enfatiza. “Es el arte al que recurren las personas en momentos de profunda emoción”.

Históricamente, la poesía se ha enseñado en el sistema educativo del Reino Unido como algo a analizar en lugar de disfrutar. Sin embargo, en la última década, el auge de la “instapoesía”, popularizada por autores como Rupi Kaur, ha reavivado el interés en este arte. Escritoras contemporáneas como Hollie McNish y Kae Tempest han alcanzado gran popularidad, convirtiéndose en referentes del género.

La Farmacia de la Poesía se destaca por su colorida selección de libros y su singularidad. Alma reconoce que, si bien la poesía no cura los traumas de la vida, su librería simboliza la idea de que las palabras pueden ofrecer consuelo. Un armario de caoba resguarda frascos de vidrio etiquetados con emociones como “amor” y “serenidad”.

Esta estética cautivadora ha llevado a que la farmacia se convierta en un fenómeno en redes sociales, atrayendo a clientes que buscan regalos o simplemente desean pasar un momento agradable. Desde su apertura, el espacio ha estado siempre animado, con personas que se detienen a leer y reflexionar.

Alma comparte su entusiasmo por acercar la poesía a quienes normalmente no la leen. “Veo nuestra poesía como una droga de iniciación”, afirma con una sonrisa. Su pasión por las letras la llevó a estudiar escritura creativa a casi 40 años, convirtiendo la poesía en su vía de escape y sanación.

Tras finalizar sus estudios y superar una relación complicada, Alma empezó a ofrecer “poesía con receta” en su ambulancia de los años 50, atendiendo a personas con diversas inquietudes emocionales. A través de un enfoque amable y cercano, creaba vínculos con sus “pacientes” y les entregaba poemas personalizados.

La lectura de poesía durante momentos emotivos puede generar una conexión profunda. Alma destaca que su objetivo no es dar consejos, sino ofrecer un regalo en forma de palabras. “No estoy dando terapia; simplemente regalo palabras cuidadosamente elegidas”, explica.

La farmacia no solo es un refugio para los amantes de la poesía, sino un lugar que fomenta la comunidad. Las paredes están decoradas con poemas, y muchos visitantes se sienten atraídos a compartir lecturas, creando un ambiente de conexión y cercanía.

El crecimiento de la farmacia ha sido notable, y aunque Alma ha dejado en suspenso su servicio de poesía con receta, su visión de ampliar el acceso a la poesía continúa. Las dos farmacias de poesía, en Londres y Shropshire, son espacios donde se alimenta el hambre cultural por las letras y se cultiva la pasión por el poder curativo de las palabras.

La Farmacia de la Poesía se presenta como un refugio emocional, donde cada libro puede ser un paso hacia el bienestar y la conexión humana.

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