El sonido de la naturaleza beneficia la salud mental
Estudios confirman que los trinos de los pájaros mejoran el estado de ánimo y el bienestar emocional.
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El canto de los pájaros podría ser clave para mejorar la salud mental. Dos estudios publicados en la revista Scientific Reports concluyeron que escuchar o ver aves tiene un impacto positivo en el bienestar emocional. La investigación respalda la idea de que el contacto con la naturaleza genera beneficios tanto físicos como psicológicos.
“El sonido de los pájaros es especial, porque incluso quienes viven en ciudades sin acceso frecuente a la naturaleza lo relacionan con la vida silvestre”, explicó Emil Stobbe, neurocientífico ambiental del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano y autor de uno de los estudios.
En uno de los estudios, 1300 personas registraron su estado de ánimo tres veces al día en la aplicación Urban Mind. Sin conocer el objetivo específico del estudio, los participantes ingresaban información sobre su entorno, calidad del aire y emociones en ese momento.
Los datos revelaron una relación significativa entre la presencia de aves y un mayor bienestar mental. Este efecto positivo persistió durante varias horas, incluso cuando las personas no volvieron a ver o escuchar pájaros más tarde en el día.
Ryan Hammoud, investigador del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres, destacó la importancia de este hallazgo: “El efecto es duradero, lo que refuerza el valor de preservar espacios naturales para la vida silvestre”. El impacto fue similar tanto en personas sin trastornos como en quienes padecen depresión, una condición que no siempre responde a tratamientos convencionales.
Efecto calmante y reducción de ansiedad
El segundo estudio descubrió que escuchar grabaciones del canto de los pájaros durante seis minutos puede reducir síntomas de ansiedad, paranoia y depresión.
Para el experimento, 295 personas realizaron pruebas de memoria y autoevaluaron su estado emocional antes y después de escuchar sonidos de aves o ruido de tráfico. Los resultados mostraron que quienes escucharon cantos de una mayor variedad de especies experimentaron una disminución significativa en síntomas depresivos y ansiedad. En contraste, el ruido del tráfico empeoró el estado de ánimo.
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