El Gobierno lanzó el programa “MenstruAR”
El acto de lanzamiento fue encabezado por la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina.
La ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina, lanzó el programa “MenstruAR”, el primero de carácter nacional de gestión menstrual, con el objetivo -según el Gobierno- de “jerarquizar las políticas públicas” para combatir las “desigualdades” que explican que casi la mitad de las personas menstruantes tengan dificultades para afrontar el consumo mensual de protectores o tengan que ausentarse de sus actividades durante el sangrado.
Además, durante el acto se lanzaron dos documentos elaborados en conjunto entre el MMGyD y la Fundación SES (Sustentabilidad, Educación, Solidaridad), con el apoyo del UNFPA.
Los materiales en cuestión -el cuadernillo “La gestión menstrual como derecho” y el informe “Diagnóstico sobre uso y percepción de insumos de gestión menstrual“- están destinados “a todas aquellas organizaciones sociales y gobiernos locales que se propongan trabajar el tema desde una perspectiva de género, diversidad y discapacidad”.
¿En qué consiste el programa “MenstruAR”?
”Lo que estamos haciendo es jerarquizando una política pública que ya está en marcha y que permite que hoy tengamos el país casi pintado de rojo, con más de 40 iniciativas (contra la desigualdad en el acceso a productos de gestión menstrual) que hasta ahora se enmarcaban en una Línea de Gestión Menstrual y que ahora serán parte del programa nacional MenstruAR”, dijo Mazzina ante más de 60 promotores territoriales y autoridades de género y diversidad, tanto provinciales como locales.
Creada en marzo de 2022 en el marco de la Dirección Nacional de Articulación de Políticas Integrales de Igualdad del Ministerio, la Línea de Gestión Menstrual permitió hasta ahora la capacitación de 1.568 personas de 27 localidades del país y la entrega de más de 10 mil copas menstruales. También brindó asistencia técnica y acompañamiento en la elaboración y presentación de ordenanzas sobre gestión menstrual a 26 municipios que no contaban con dicha legislación.
”La lucha por el aborto legal, seguro y gratuito amplió nuestra agenda de discusión y en 2020 logramos crear el Foro de Justicia Menstrual para visibilizar que existía una desigualdad, que había un montón de pibas y de pibes (trans o no binaries) que no tenían para costear entre uno y dos paquetes de toallitas por mes, que faltan a la escuela o que dejan de hacer actividades por incomodidad o vergüenza o que utilizan paños o trapos que son perjudiciales para la salud”, agregó.
Con la creación del programa MenstruAR que tiene por objetivo garantizar el acceso a los insumos para la gestión menstrual a través del fortalecimiento de los programas municipales a ella abocados, la apuesta es a “seguir educando, sensibilizando, capacitando” para honrar “el compromiso que tiene el Estado de poner este tema en agenda, de garantizar derechos para que las familias no tengan que pensar dónde ajustan la economía porque no tienen para comprar el paquete de toallitas” mensuales.
”Menstruar es político y pensar en achicar las brechas de la injusticia también es político. Y si las feministas todo el tiempo tenemos que dar explicaciones de nuestra agenda de igualdad de género, imagínense lo difícil que fue en su momento -y que sigue siendo- hablar de menstruación y poner este tema en la agenda de la política pública”, dijo.
”Más que un ‘ministerio de la menstruación’, yo digo que es un ‘ministerio con ovarios’ porque a mí no me da pudor ni hablar de menstruación ni garantizar más derechos que son agenda de mayorías, no de minorías, porque las mujeres menstruantes somos más de 12 millones y las mujeres somos más de la mitad de la población”, afirmó.
Algunos datos
Según datos del informe “Diagnóstico sobre uso y percepción de insumos de gestión menstrual” de 2021, el 60% de las 12.000.000 de personas menstruantes en Argentina utiliza toallitas descartables.
Estos productos, junto con los tampones (15%), son los elegidos por el 75% de la población; pero prácticamente la mitad desconoce los efectos secundarios que tiene su uso sobre la salud.
Más del 95% de las personas considera que el Estado debería eliminar el IVA de los productos de gestión menstrual, así como también distribuirlos de forma gratuita en escuelas, cárceles y centros comunitarios. Por otro lado, el 43% se vio en la necesidad de modificar sus hábitos en el uso de estos productos por motivos o dificultades económicas.
En algunos casos, esta situación implica además riesgo de exclusión: con frecuencia, algunas personas han limitado su participación en distintas actividades tanto recreativas (50%), educativas (35%) y laborales (22%) durante el ciclo.
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