El Gobierno de Bolivia rechazó las declaraciones de la Casa Rosada

El gobierno boliviano rechaza enérgicamente las declaraciones de Argentina sobre un supuesto golpe de Estado.

Este lunes, el gobierno de Bolivia convocó al embajador argentino en La Paz para expresar su “enérgico rechazo” a las declaraciones hechas en Twitter (X) por la Oficina del Presidente de la República Argentina (OPRA), que negaron las acusaciones de golpe de Estado realizadas por la administración de Luis Arce.

El embajador argentino en Bolivia, Marcelo Adrián Massoni, fue designado por el presidente Javier Milei el pasado 29 de febrero. En una conferencia de prensa, la ministra de la Presidencia de Bolivia y canciller interina, Maria Nela Prada, anunció que también llamó “en consulta” al embajador boliviano en Argentina, Ramiro Tapia, para que se presente en la sede del gobierno boliviano.

Horas antes, el gobierno de Arce rechazó enérgicamente las “declaraciones inamistosas y temerarias” de la Oficina del Presidente de Argentina sobre la insurrección militar del miércoles pasado, que el presidente boliviano calificó como un “intento de golpe de Estado”.

El miércoles pasado, un grupo de militares armados, encabezados por el destituido jefe militar Juan José Zuñiga, realizó un levantamiento armado contra la sede del gobierno de Luis Arce. Horas después, Zuñiga se retiró y fue encarcelado.

En un tuit publicado el domingo por la noche, la OPRA rechazó lo que calificó como “la falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el gobierno de Bolivia el miércoles 26 de junio, confirmada como fraudulenta hoy”.

“Gracias a los reportes de inteligencia, el gobierno nacional mantuvo la calma y la serenidad frente a los hechos denunciados. El relato difundido era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto socio-político del país latinoamericano. El partido gobernante controla el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y las Fuerzas Armadas”, decía el comunicado.

El comunicado también mencionaba que “la democracia boliviana está en peligro, no por un golpe militar, sino porque históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras”, citando ejemplos como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Corea del Norte.

Lo notable del comunicado, además de su contenido, es que no fue emitido por la Cancillería, dirigida por Diana Mondino, que debería ser responsable de este tipo de declaraciones. De hecho, el comunicado de la OPRA contradice la postura del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, que el 27 de junio, un día después de los eventos en Bolivia, publicó un comunicado reafirmando “la defensa irrestricta de la democracia en la región” y condenando “todo intento de quebrantarla”.

En este contexto, la Cancillería expresó su repudio “a las movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército boliviano” y su “firme apoyo al Estado de Derecho”, destacando la importancia de mantener las instituciones democráticas en el Estado Plurinacional de Bolivia.

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