Controversia ambiental por el uso de jet privado del nuevo CEO de Starbucks
Grupos ecologistas critican la decisión de Starbucks de proporcionar un jet privado a su nuevo CEO, Brian Niccol, por el impacto ambiental que representa.
La reciente contratación de Brian Niccol como nuevo CEO de Starbucks ha generado una fuerte polémica ambiental. Según el contrato que entrará en vigor el próximo mes, Niccol dispondrá de un jet privado para trasladarse desde su residencia en Newport Beach, California, hasta las oficinas centrales de Starbucks en Seattle, recorriendo una distancia de 1,600 kilómetros. Esta decisión ha causado indignación entre grupos ambientalistas, ya que contrasta significativamente con las políticas de sostenibilidad y reducción de residuos que la compañía ha promovido en los últimos años.
La controversia se intensificó después de que se conocieran los detalles del contrato de Niccol, que no incluye la obligación de mudarse a Seattle. En su lugar, se le instalará una oficina remota en su hogar para trabajar algunos días desde allí, mientras que el jet privado estará a su disposición para los días en que deba estar presencialmente en la sede central.
Un portavoz de Starbucks, en declaraciones a CNN, defendió la elección de Niccol destacando su historial como uno de los líderes más efectivos de la industria, elogiando su capacidad para generar importantes retornos financieros y su experiencia en la gestión de grandes marcas.
Sin embargo, la reacción de grupos ambientalistas no se hizo esperar. Greenpeace, a través de su cuenta en X, criticó duramente la decisión, señalando la incoherencia entre las acciones del nuevo CEO y las recomendaciones ambientales que se promueven para el público en general. “Mientras a la mayoría se nos anima a usar bicicletas o transporte público para ir al trabajo, estos ejecutivos optan por jets privados. Inaceptable”, declararon.
Aunque los jets privados consumen menos combustible que los aviones comerciales, su impacto ambiental sigue siendo considerablemente mayor por pasajero, lo que ha puesto a estos medios de transporte en la mira de los activistas ambientales.
El contraste es aún más marcado si se considera que Starbucks ha hecho de la sostenibilidad una de sus principales banderas, comprometida a reducir su huella de carbono y a ser positiva en el uso de recursos. Recientemente, la empresa implementó un nuevo diseño de vasos para sus bebidas frías, reduciendo en un 20% el uso de plástico. En California, se está llevando a cabo una prueba piloto con vasos reutilizables.
Brian Niccol, reconocido por su trayectoria en compañías como Walmart, Taco Bell, Pizza Hut y Procter & Gamble, es conocido por su capacidad para revitalizar empresas en crisis. Su éxito más notable fue en Chipotle, donde en 2018 logró recuperar la cadena tras un escándalo por intoxicación alimentaria, duplicando las ventas y expandiendo significativamente la empresa.
La controversia ambiental se suma al jugoso contrato de Niccol, que incluye un salario base de 1.6 millones de dólares, un bono de 10 millones por firmar, y la posibilidad de recibir millones adicionales en efectivo según el desempeño de la empresa. Dan Coatsworth, analista de inversiones, ha criticado esta situación, afirmando que el uso de un jet privado no solo es perjudicial para el medio ambiente, sino que también envía un mal mensaje a clientes y empleados.
Además, la contratación de Niccol coincide con una política anunciada por Starbucks en 2023, que requiere que los empleados corporativos trabajen desde la oficina tres días a la semana, lo que ha añadido más controversia a su llegada a la compañía.