Biblioteca Digital de la RAE: un tesoro de la lengua española al alcance de todos

La institución pone a disposición de investigadores y público general más de 4.800 obras, entre ellas primeras ediciones de clásicos como el Quijote o Don Juan Tenorio.

La Real Academia Española (RAE) ha puesto a disposición de investigadores y público general su Biblioteca Digital, que alberga más de 4.800 obras, entre ellas primeras ediciones de clásicos como el Quijote o Don Juan Tenorio.

El proceso de digitalización, que comenzó en junio de 2021 y bajo el mecenazgo de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, implicó el trabajo conjunto de los bibliotecarios y los equipos de tecnología y comunicación de la Academia.

La Biblioteca Digital de la RAE está disponible en la web de la institución y permite acceder a los contenidos de forma gratuita. Los usuarios pueden realizar búsquedas por título, autor, género o fecha de publicación.

Entre los títulos disponibles destacan obras de literatura, arte, historia, ciencias sociales, religión o filosofía. Algunas de las joyas del fondo documental de la RAE que se pueden encontrar en la Biblioteca Digital son:

  • La primera edición de la primera parte del Quijote, de 1605.
  • Uno de los ejemplares de “El Buscón” de Quevedo.
  • Los manuscritos autógrafos de “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla.
  • “El bastardo mudarra” o “Estefanía la desdichada”, de Lope de Vega.
  • La edición facsímil del “Cancionero de Juan del Encina”, que reproduce la primera edición de 1496.
  • El “Libro del buen amor” de Juan Ruiz Arcipreste de Hita.

Según explicó el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, la institución tiene “cerca de 300.000 volúmenes, pero no se trata de digitalizar todo, sino de poner en el dominio público “lo más exquisito, lo mejor, lo que no puede encontrarse en otras bibliotecas que ya están digitalizadas”.

El proceso de digitalización se concretó en tres fases. La primera, ya completa, corresponde a las publicaciones inscritas en el lapso temporal que se extiende desde los incunables hasta 1830; la segunda, también materializada, se prolongaría hasta las obras impresas hasta 1900; mientras que la tercera continúa en proceso.

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