Ante la asamblea de la ONU, Alberto Fernández criticó al FMI y propuso reformar el sistema financiero internacional
El mandatario cuestionó los sobrecargos que cobra el Fondo y dijo que "es hora de promover la justicia social en el mundo".
El presidente Alberto Fernández brindó su discurso ante la 78° Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York el martes pasado. En su intervención, abordó varios temas importantes y realizó críticas al Fondo Monetario Internacional (FMI), además de reafirmar el reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas.
En su cuarto mensaje ante la ONU, el mandatario nacional también instó a poner fin al bloqueo a Cuba y Venezuela y mencionó el atentado a la AMIA.
Fernández cuestionó al FMI por “imponer sobrecargos a numerosos países”, lo que complica aún más la carga de deuda externa. Añadió que el FMI financia a Ucrania en medio de la guerra mientras aplica sobrecargos a los intereses que cobra, y subrayó la necesidad de un nuevo enfoque para el tratamiento de las deudas soberanas que promueva el desarrollo con justicia social.
Además, enfatizó que la asfixia de un país con una deuda perpetua conduce a la decadencia de sus recursos y aumenta las crisis sociales, lo que hace que la deuda sea prácticamente impagable.
En relación a los bloqueos, el presidente argentino se opuso firmemente a las unilaterales de coerción ya las prácticas comerciales discriminatorias, calificando como medidas inadmisibles la perpetuación del bloqueo contra Cuba. También solicitó el cese inmediato de las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela.
Fernández mencionó el compromiso de su gobierno en la lucha contra la impunidad y la investigación de los atentados a la Embajada de Israel en 1992 y la AMIA en 1994. Pidió que los responsables sean identificados, juzgados y condenados, exhortando a Irán a cooperar con las autoridades judiciales argentinas en la investigación de este último atentado.
En cuanto a la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, el presidente reafirmó los derechos legítimos de Argentina y denunció la ocupación ilegal del Reino Unido durante casi dos siglos. Criticó la negativa del Reino Unido a catar la resolución de la ONU de 1965 que insta a las negociaciones de soberanía y destacó las actividades unilaterales del Reino Unido en la explotación de recursos naturales en la zona en disputa.
Argentina propuso una nueva agenda bilateral sobre el Atlántico Sur que incluye la reanudación de las negociaciones sobre la soberanía como parte de un proceso formal de diálogo.