Cómo prevenir el bullying en los pequeños 

El regreso al colegio marca una oportunidad para reflexionar sobre uno de los problemas más complejos que enfrentan niños y adolescentes: el bullying o acoso escolar. 

Con la vuelta a la escuela, los niños vuelven a ser propensos al acoso escolar. A esta acción se la define como el acoso físico o psicológico que los compañeros de escuela hacen a otro alumno. Según datos de UNICEF, la mitad de los jóvenes en todo el mundo sufren violencia en la escuela. Uno de cada tres estudiantes de entre 13 y 15 años experimentó acoso y se involucró en peleas físicas.

El bullying no solo afecta el entorno social de los niños, sino también su bienestar físico y psicológico. Puede generar desde trastornos de ansiedad y depresión hasta problemas de autoestima y bajo rendimiento académico. La violencia, ya sea física, psicológica o verbal, puede tener consecuencias graves a largo plazo, como la exclusión social y el aislamiento de los estudiantes.

De acuerdo con la UNESCO, la violencia escolar, que incluye tanto el bullying tradicional como el ciberacoso, puede limitar el desarrollo integral de los niños y afectar su rendimiento académico. Además, aunque ambos géneros son víctimas, las formas de acoso pueden variar: los niños suelen ser más afectados por la violencia física, mientras que las niñas experimentan más el acoso psicológico y sexual.

Señales de alerta: ¿cómo detectar el bullying?

Es esencial que padres, docentes y otros adultos responsables estén atentos a los signos que evidencian que un niño o adolescente pueda estar sufriendo acoso escolar. Algunos de los indicadores más comunes incluyen:

  1. Cambios en el comportamiento: Los niños que sufren bullying pueden mostrar signos de estrés, como cambios de humor repentinos, irritabilidad o tristeza.
  2. Bajo rendimiento académico: La ansiedad y la depresión causadas por el bullying pueden afectar la capacidad de concentración y el rendimiento en clase.
  3. Aislamiento social: La exclusión por parte de compañeros puede llevar a los niños a evitar la escuela o actividades sociales.
  4. Lesiones físicas: Moretones, rasguños o signos de agresión pueden ser indicios de que el niño está siendo agredido físicamente.
  5. Comportamientos autolesivos: El miedo y la desesperación a menudo se manifiestan en conductas autolesivas o problemas relacionados con la alimentación y el sueño.

Prevenir el bullying: medidas esenciales para la comunidad educativa

Para prevenir y abordar el bullying de manera efectiva, es crucial promover un entorno educativo seguro, inclusivo y respetuoso. A continuación, algunas medidas clave:

  • Fomentar la comunicación abierta: Las escuelas deben incentivar a los estudiantes a hablar sobre cualquier forma de acoso que experimenten. Según una encuesta realizada por el Ministerio Público Tutelar de CABA, Argentina, el 24,4% de los adolescentes no se sienten cómodos hablando sobre el bullying.

  • Sensibilización y formación continua: La UNESCO destaca la importancia de enseñar a los estudiantes sobre las diversas formas de violencia, como el acoso psicológico y el ciberacoso.
  • Programas de intervención restaurativa: Este tipo de programas ayuda a los estudiantes a comprender las consecuencias de sus actos y ofrece un espacio para sanar y recomponer relaciones dañadas.

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