Más allá de la adicción: El FOMO nos conecta… y nos angustia

¿Por qué no podemos dejar de mirar el celular? La ciencia detrás de nuestra obsesión digital

¿Alguna vez has sentido esa punzada de inquietud al notar que tu teléfono vibra y no lo tienes a mano? Esa sensación de que te estás perdiendo algo importante es más común de lo que crees. Detrás de nuestra obsesión por las redes sociales se esconde un fenómeno psicológico llamado FOMO, o miedo a perderse algo.

Más que una adicción, una ansiedad

La idea de que la Generación Z es adicta a sus dispositivos ha sido revaluada por expertos. Según Larry Rosen, psicólogo de la Universidad Estatal de California, la raíz del problema no es tanto una adicción, sino una ansiedad profunda. El FOMO nos lleva a revisar constantemente nuestras redes sociales, generando un ciclo de estrés y alivio temporal que resulta difícil de romper.

Cada notificación o “like” que recibimos activa una respuesta química en nuestro cerebro, liberando cortisol, la hormona del estrés. Esta respuesta fisiológica refuerza nuestra necesidad de conexión constante, creando una especie de adicción a la gratificación instantánea.

¿Cómo superar el FOMO?

En lugar de centrarnos en limitar el uso del teléfono, es fundamental abordar la ansiedad subyacente. Practicar mindfulness, establecer límites claros en el uso de redes sociales y desarrollar una mayor conciencia sobre nuestros hábitos digitales son algunas estrategias que pueden ayudarnos a superar el FOMO y mejorar nuestro bienestar emocional.

Recuerda: El FOMO es un fenómeno real y puede afectar nuestra salud mental. Sin embargo, al comprender sus causas y adoptar herramientas para manejar la ansiedad, podemos recuperar el control de nuestra relación con la tecnología y disfrutar de una vida más equilibrada.

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