El inquietante universo de Manu Hattom

Músico desde la adolescencia y con más de quince años de trayectoria artística, Manu Hattom es un artífice de melodías melancólicas. Con letras sensibles que condensan lo más sincero del amor y la amistad, su estilo navega por el pop con destellos de rock e influencias latinoamericanas. Oriundo de la Zona Oeste del Gran Buenos Aires, publicó cuatro discos de estudio como solista: Benalmádena Despierta (2013), Autopistas(2016), 10 Formas de Transportarse por el Aire (2017) y Temporada Alta (2019), además del microdisco Soledad (2016). Ha trabajado como productor musical y también ha compuesto bandas de sonido para obras de cine y teatro, como Congreso (2013), del director Luis Fontal, y Mi Primera Hiroshima, de Camila Fabbri, entre otras en las que se encuentra trabajando actualmente. Durante el último tiempo ha estado explorando una nueva faceta como actor, con papeles en las películas Tan perdida como convencida, de Mariana Sanguinetti y Los restos fósiles, de Jerónimo Quevedo, ambas nominadas a festivales nacionales e internacionales como BAFICI, Festival de cine de Las Palmas, Message 2 man en San Petersburgo, Valdivia y San Sebastián. Su último álbum Temporada Alta es su material más optimista, con canciones sensibles que condensan lo más sincero del amor y la amistad. Producido por Yago Escrivá, cuenta con la participación de Esmeralda Escalante en “Arcoiris” y de la leyenda de la música Fito Páez “El Herido”, con quienes además ha compartido escenario en varias ocasiones.

Después del romance fugaz de “Ojos de Planeta”, la canción que publicó junto a la actriz y cantante Julieta Zylberberg en enero 2021, Manu Hattom estrena un nuevo single en el día de su natalicio. “Cumpleaños” se puede interpretar de distintas formas: una crítica social desde las periferias de la Ciudad de Buenos Aires –»ahora festejas tu cumple en boliches en la capital» dice la letra–, una confesión autobiográfica o el disfraz popero que oculta un corazón dañado.

En esta entrevista conocemos algunos secretos del inquietante mundo de este artista.

¿Cómo fue el proceso compositivo de Cumpleaños? ¿Qué ideas te genera ese acontecimiento?

Cumpleaños salió disparada. Un día estaba en casa mirando la televisión, con la guitarra y tirado en la cama y vi algo en Instagram que me disparó la frase: «Ahora festejás tu cumple en boliches de la capital» empecé a tocar tres acordes básicos y ya tenía el estribillo. Me levanté rápido al piano y empecé con la estructura de las estrofas. Dos semanas después estábamos en el estudio ya grabando la maqueta. A la hora de cerrar la letra, se me vinieron muchas cosas a la cabeza. En principio todos mis cumpleaños, los de mis amigos y los de mis familiares. Después empecé a pensar donde los había festejado y empecé a ver a través del tiempo, en ese acto simbólico de celebración, como había cambiado yo y sobre todo el resto. Aunque la verdad tiene que ver con algo muy personal que encierra una crítica social. En fin, ¿quién sabe?

¿Cómo fue el trabajo de producción del tema?

Empezamos armando una estructura rítmica pensando en las canciones de los 80. Obvio que lo primero que escuchamos entero fue Clix Modernos y Piano Bar, del maestro Charly García. Y descubrimos que iba por ahí. Armamos las baterías y empezamos con unos pianos. Ya teníamos la base, nos gustaba mucho. Después metí unas voces de referencia, dobladas y quedaron buenísimas. Por último grabamos las guitarras y ya teníamos la maqueta, todo en cuatro horas. Nos gustaba mucho la parte que dice «tengo una daga en el corazón, todo tu amor, ¿quién se lo comió?» Y se nos ocurrió que ahí podía confluir lo de los boliches con unos sintetizadores a lo David Guetta! El resto lo pueden escuchar en Spotify.

¿Cómo definirías tu música?

Creo que hago canciones de pop y de rock, coqueteando con muchos otros géneros. Pero mis canciones tienen mas que ver con los 80 en castellano de Argentina. Charly, Spinetta, Fito, Virus, Los Abuelos.

¿Qué tal resultó la experiencia de trabajar con Julieta Zylberberg?

Con Juli somos amigos de oro. La verdad es que nunca había trabajado con ella y me pareció muy talentosa, de alto vuelo. No solo en la canción, sino en todo sentido. Produciendo, cantando, proponiendo. Es una genio total. Es una de las personas mas inteligentes que conozco y además la adoro.

¿Qué diferencias encuentras en componer para bandas de sonido de películas o teatro o componer canciones para editar en discos?

En mi experiencia personal grabar una banda sonora lleva mucho más tiempo que grabar un disco. Primero porque no depende del compositor al cien por ciento. Hay muchas idas y vueltas, y la palabra final sobre lo que va y no va, es del director. ¡Lleva mucho trabajo pensar qué es lo que quedaría bien sin palabras! A mí personalmente me hace usar mi espacio creativo en toda su dimensión. Me gusta mucho realmente hacer este tipo de proyectos.

¿Cómo te resultó trabajar como actor? ¿Ves puntos en común con la música?

Tengo una filosofía de vida que es «Si me invitan, voy». Ya había actuado en el pasado en algún que otro corto de algún amigo, que necesitaba actores para hacer su tesis de fin de curso. Cuando Mariana Sanguinetti me convocó a hacer su peli, fue todo muy profesional y entendí mejor de qué va todo ese mundo. Me encantó, sinceramente. Pero en mi experiencia personal no le encuentro nada parecido a la música.

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