Vogue publicó imágenes de una modelo generada con IA y desató polémica
La icónica revista de moda apuesta por un modelo digital en su edición impresa de agosto con un anuncio de Guess. Sin embargo, generó debate sobre innovación tecnológica, impacto laboral y estándares de belleza irreales.
Por primera vez en su historia, Vogue incluyó en su edición impresa un anuncio que presenta una modelo 100% creada mediante inteligencia artificial. La campaña, de la marca Guess y desarrollada por la empresa Seraphinne Vallora, muestra a una modelo rubia en escenarios cuidadosamente diseñados. Solo una pequeña inscripción en letra diminuta revela que la modelo es de origen artificial.
Seraphinne Vallora, fundada por las exestudiantes de arquitectura Valentina González y Andreea Petrescu, se especializa en crear avatares humanos hiperrealistas para la publicidad. Tras un contacto vía Instagram con Paul Marciano, cofundador de Guess, desarrolló una serie de modelos de IA para la campaña de verano que incluyó dos variantes, una morena y otra rubia, seleccionadas para continuar el desarrollo.
La producción de cada modelo implica un proceso complejo de hasta un mes y un equipo multidisciplinario, con costos que alcanzan cifras de seis dígitos para sus clientes más importantes.
Impacto y controversia en la industria de la moda
La inclusión de modelos generados digitalmente dividió a la industria. Modelos reconocidos como Felicity Hayward señalaron que esto representa un retroceso para la diversidad y la inclusión, además de ser un claro riesgo para quienes dependen del modelaje, como los modelos de tallas grandes, que ya enfrentan dificultades para encontrar trabajo.
Además, expertos en salud mental alertan sobre el impacto negativo que imágenes hiperrealistas y digitalizadas pueden tener en la percepción corporal, especialmente en jóvenes. Esto puede llevar a aumentar riesgos de trastornos alimenticios.
Debates sobre diversidad, transparencia y futuro laboral
Aunque las creadoras defienden que sus modelos de IA son realistas y no intentan reforzar estándares irreales, reconocen limitaciones en la diversidad de sus creaciones y admiten que aún no desarrollan modelos de tallas grandes debido a restricciones técnicas.
Por otro lado, la falta de un etiquetado claro en la publicidad con IA es particularmente criticada ya que puede confundir al público y potenciar estándares inalcanzables. La empresa Seraphinne Vallora insiste en que su tecnología es complementaria, no pretende eliminar el empleo humano y que requiere el trabajo previo de modelos reales y fotógrafos para adaptar los productos.
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