Ushuaia prohíbe la 5G por riesgo a la salud
La ciudad fueguina se suma a otras cuatro en el país en restringir la instalación de esta tecnología.
Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, se convirtió esta semana en el quinto distrito del país en prohibir las redes de comunicaciones 5G hasta que estudios científicos demuestren su inocuidad tanto para los seres humanos como para el ambiente.
La ordenanza 6317, sancionada por el Concejo Deliberante de Ushuaia el 6 de diciembre y promulgada a fines de ese mes, establece a la ciudad como “zona libre de radiaciones provenientes de la tecnología de comunicaciones de quinta generación (5G) y toda tecnología de transmisión de datos de generaciones subsiguientes”.
La medida, que fue impulsada por la agrupación Ciudadanos Organizados para Regular las Telecomunicaciones (Corte), se basa en la falta de estudios científicos que demuestren la inocuidad de la 5G para la salud.
“En el país no existen estudios que aseguren la inocuidad de las radiaciones de las radiofrecuencias provenientes de las telecomunicaciones celulares para los ciudadanos expuestos a largo plazo”, señala la ordenanza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que “no se ha relacionado causalmente con la exposición a tecnologías inalámbricas ningún efecto adverso para la salud”, aunque también advierte que “solo unos pocos estudios se han llevado a cabo en las frecuencias que utilizará 5G”.
Por su parte, un estudio de la científica italiana Fiorella Belpoggi para el Grupo de Expertos sobre el Futuro de la Ciencia y la Tecnología (STOA) del Parlamento Europeo planteó riesgos concretos de desarrollo de algunos tipos de cáncer y problemas de fertilidad ante la exposición a determinadas gamas de frecuencias electromagnéticas ligadas a las telecomunicaciones.
La ordenanza de Ushuaia señala que los estudios científicos dirigidos a habilitar el 5G deberán estar “avalados por las recomendaciones no opuestas entre sí, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión Internacional Sobre los Efectos Biológicos de los Campos Electromagnéticos (ICBE-EMF) y el Panel para el Futuro de la Ciencia y la Tecnología (STOA) del Europarlamento”.