Un fotógrafo captó a un lince ibérico ‘blanco’, único en el mundo
Un sorprendente avistamiento en España puso a estos animales en el centro de la atención nuevamente y fue calificado como “histórico”.
El lince ibérico (Lynx pardinus) es uno de los casos más emblemáticos de recuperación de fauna en peligro de extinción. Gracias a años de esfuerzo en programas de conservación, en 2024 esta especie dejó atrás la categoría de “en peligro de extinción” y fue reclasificada como “vulnerable”. La población de linces creció un 18,8% en el último año.
Con la recuperación de las poblaciones, comenzaron a emerger fenómenos inesperados. Uno de ellos es el avistamiento de un lince ibérico blanco, un ejemplar que dejó perplejos tanto a biólogos como a fotógrafos, ya que es la primera vez que se documenta una variación tan peculiar en esta especie.
Sin embargo, aún no se sabe por qué este ejemplar tiene este color tan particular. Los expertos descartaron que se trate de albinismo, ya que esta condición provocaría la ausencia total de pigmentación. En cambio, el lince parece ser un caso de leucismo, un trastorno genético que reduce la cantidad de pigmento en el cuerpo, pero sin llegar a eliminarlo por completo. Esta variación puede generar manchas claras en su pelaje, lo que hace que el animal luzca más pálido que el resto de sus congéneres.
El fotógrafo detrás del hallazgo
Ángel Hidalgo, un joven de 29 años que trabaja en una fábrica de materiales en Jaén (España), es el responsable de esta histórica fotografía. A pesar de que su vida laboral está alejada de la fotografía profesional, su verdadera pasión es capturar la fauna salvaje. Desde hace años, Ángel recorre las montañas y bosques de Andalucía con su cámara.
Fue hace cinco años cuando vio por primera vez un lince ibérico, lo que despertó su pasión por seguir a esta especie. Con el tiempo, fue afinando su técnica y sus conocimientos sobre los ciclos de vida de los animales. En octubre sigue al ciervo, en noviembre la cabra montés y en diciembre dedica su atención al lince.
A principios de este año, colocó una cámara de fototrampeo en el campo para documentar la presencia de linces en su área habitual. Al revisar las imágenes capturadas, no podía creer lo que veía: uno de los linces mostraba un pelaje completamente blanco. Inicialmente pensó que era un error de la cámara, pero, tras comprobarlo varias veces, se dio cuenta de que había logrado capturar una imagen única.
Lo más impresionante fue que, días después, Ángel tuvo la oportunidad de observar al lince blanco en persona, un momento que jamás pensó que viviría. “Todavía estoy en shock. Nunca imaginé que lograría una foto tan histórica”, dice con emoción.
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