Super Bowl 2024: Lluvia de jets privados en Las Vegas deja una estela de CO2
882 aviones de lujo transportaron a las celebridades al evento deportivo, generando una enorme huella de carbono.
Cientos de jets privados surcaron el cielo de Las Vegas el pasado domingo, transportando a las celebridades y magnates que asistieron al Super Bowl 2024. Según datos de WingX, la cifra alcanzó un récord de 882 aviones, superando incluso los 931 registrados en la edición 2022.
Los espacios del Aeropuerto Harry Reid, junto a las pistas de North Las Vegas y Henderson, se convirtieron en un estacionamiento gigante para estas aeronaves de lujo. La ostentación contrasta con la preocupante huella de carbono que generan: un solo jet privado puede emitir hasta dos toneladas de CO2 en una hora.
Si bien la información de los vuelos es pública y plataformas como Flightradar24 permiten rastrearlos, se desconoce la identidad de la mayoría de los propietarios. Tras el partido, 525 jets despegaron de Las Vegas, con un promedio de dos horas de vuelo y 173 destinos en nueve países. Un dato llamativo: 81 jets realizaron viajes de ida y vuelta entre Los Ángeles y Las Vegas, un trayecto equivalente a cinco horas en auto.
Un caso particular que generó controversia fue el de Taylor Swift. La cantante voló desde Tokio a Las Vegas en un Bombardier Global 6000, emitiendo más de 50 toneladas de CO2 solo en el primer tramo, según el Daily Mail. Esta cifra supera las emisiones anuales de 14 argentinos promedio.
Si bien Swift ha sido blanco de críticas por su uso de jets privados, no es la única celebridad que recurre a este medio de transporte. La realidad es que el Super Bowl se ha convertido en un imán para las élites, que no dudan en contaminar el medio ambiente para asistir al evento.
Para frenar esta tendencia, algunos expertos, como Victoria Haneman, profesora de derecho de la Universidad de Creighton, proponen aumentar los impuestos a los jets privados. “Los CEO lo hacen, pero son invisibles. Hay preocupaciones ambientales legítimas que chocan con la misoginia cuando solo se critica a las mujeres que usan jets privados”, señaló Haneman al Washington Post.
El Super Bowl 2024 deja un sabor agridulce. Por un lado, el éxito del evento deportivo. Por otro, la preocupante huella de carbono que deja la ostentación de las celebridades. Un tema que invita a reflexionar sobre la responsabilidad ambiental de las élites y la necesidad de buscar alternativas más sostenibles.