“Se ha detectado la toxina 17 veces por encima de lo permitido”
En Notify hablamos con Emilio Iosa sobre el estado actual del Lago San Roque y la posibilidad de una solución.
El Lago San Roque, uno de los puntos turísticos más convocantes de la provincia de Córdoba, tiene desde hace un tiempo un color particular, señal que algo no anda bien. La presencia de la cianobacteria microcystis aeruginosa generó preocupación por su potencial cancerígeno y tóxico.
En Notify hablamos con Emilio Iosa sobre el estado actual del lago y la posibilidad de una solución.
En primer lugar, destacó el uso que se le da a este espejo de agua. “Es el tanque de agua cruda de más de medio millón de cordobeses. Y por otro lado es un atractivo turístico”, señaló.
A través de un estudio, Iosa descubrió que las gotas de agua que se esparcen desde el embudo tienen presencia de la cyanobacteria microcystis aeruginosa y la toxina microcistina que es probadamente cancerígena, hepatotóxica e inhalada es muy tóxica. Y cuestionó la falta de cartelería que advierta a los visitantes sobre el peligro de la exposición al agua contaminada.
“Es una situación muy grave, que un gobierno, conociendo la normativa, mire para otro lado como si no pasara nada y como si las normativas internacionales y nacionales no existieran”, expresó y manifestó que la única respuesta que recibió fue el silencio y acusaciones tales como “terrorista ambiental”.
En los análisis aislados que llevó adelante halló, en una muestra única al azar tomada ante escribano público, la toxina generada por la cianobacteria 17 veces por encima de lo permitido por las normativas internacionales. “Los organismos de control por momentos nos generan serias dudas porque tenemos un contexto terriblemente adverso”, dijo.
Respecto a posibles soluciones, el profesional indicó que debe existir una reunión seria del gobierno con presencia de científicos y técnicos y dar un freno a los volcamientos. “En unos cinco años mejora muchísimo la calidad del agua y en diez años podemos tener un lago donde pueda volver a ser un balneario y seguramente en unos veinte años pueda volver a ser bebible”, dijo.
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