Prótesis que detecta la temperatura

Un avance permite a personas amputadas sentir el calor de otros mediante una prótesis innovadora.

La primera prótesis de mano que permite sentir el calor de otra persona ya es una realidad. El dispositivo, conocido como MiniTouch, otorga a las personas amputadas la capacidad de percibir la temperatura, una característica que los desarrolladores confían en que fortalecerá sus vínculos humanos. Este sistema transfiere la información térmica desde el dedo protésico al brazo residual del usuario.

Prótesis sensible al calor

Un hombre en Italia, quien lleva más de 30 años viviendo con una amputación, logró diferenciar con un 100% de precisión entre objetos fríos y calientes utilizando el MiniTouch. Los científicos de Italia y Suiza confían en que en el futuro se podrá restaurar por completo la sensibilidad en prótesis de manos.

Fabrizio, un hombre de 57 años de Pistoia, fue el primer amputado en probar esta tecnología y experimentó una profunda emoción al volver a sentir el calor humano, 37 años después de perder su mano. Utilizando el MiniTouch, pudo distinguir y clasificar objetos de distintas temperaturas y materiales. “Sentí el calor de otra persona con mi mano fantasma”, relató Fabrizio emocionado.

Un avance sensorial sin cirugía

Este dispositivo marca un hito al ser el primero en integrar sensaciones térmicas naturales en una prótesis funcional. El profesor Silvestro Micera, uno de los autores del estudio, afirmó: “Estamos cerca de restaurar todas las sensaciones en las personas amputadas”. Además, destacó que el MiniTouch puede incorporarse fácilmente en prótesis comerciales, sin necesidad de intervenciones quirúrgicas.

El dispositivo se coloca en la extremidad del usuario y genera sensaciones en el dedo índice fantasma, utilizando componentes electrónicos de fácil acceso.

Precisión térmica

Las pruebas clínicas, realizadas en el Centro de Prótesis Inail en Bolonia, demostraron que Fabrizio distinguió con exactitud entre botellas de agua fría (12°C), templada (24°C) y caliente (40°C). Además, pudo clasificar rápidamente cubos metálicos a diferentes temperaturas.

“Cuando se alcanza un alto nivel de destreza con prótesis robóticas, es crucial contar con retroalimentación sensorial para aprovechar al máximo su potencial”, explicó el Dr. Solaiman Shokur. Los investigadores creen que la capacidad de percibir la temperatura potenciará la sensación de pertenencia a la extremidad, haciendo que las personas amputadas sientan que “esta mano es mía”.

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