¿Por qué se tira sal sobre las brasas del asado?
Tirar sal sobre las brasas es un truco clásico en la preparación del asado argentino que va más allá de sazonar la carne. Esta práctica ayuda a controlar el fuego, reducir el humo y lograr una cocción más pareja.

El asado es una tradición fundamental en Argentina, y cada detalle en su preparación marca la diferencia. Espolvorear sal gruesa sobre las brasas cumple varias funciones clave: en primer lugar, la sal absorbe parte de la grasa que gotea de la carne, así evita que ésta se queme y genere humo excesivo que podría impregnar sabores amargos. Además, la sal ayuda a estabilizar la temperatura del fuego, prolongar la duración de las brasas y mantener un calor más uniforme, lo que favorece una cocción pareja y controlada.
Otro beneficio importante es que la sal puede ayudar a controlar pequeñas llamas o fuegos descontrolados al cubrir el carbón y limitar la entrada de oxígeno, aunque no funciona como un extintor universal y no debe usarse para incendios grandes o químicos, ya que puede generar vapores peligrosos.
En cuanto al momento de salar la carne, muchos expertos recomiendan hacerlo unos 40 minutos antes de colocarla en la parrilla para que la sal se disuelva y la carne quede más jugosa. Si se desea una textura más crocante, se puede salar durante la cocción.
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