Nutrify: trastornos alimentarios e imagen corporal

En #Notify la Lic. en Nutrición Sofía Luciano trata una temática que muchas veces es tabú como los trastornos alimenticios y la imagen corporal desde una perspectiva profesional.

La imagen corporal y los trastornos alimentarios se han convertido en temas de gran relevancia y preocupación en la actualidad. Los estándares de belleza, el bombardeo de los medios de comunicación y las redes sociales y la presión de sociedades que los consumen llevaron a muchas personas a desarrollar percepciones distorsionadas de su propio cuerpo. Estas percepciones, a menudo negativas, pueden desencadenar diversos trastornos alimentarios. En Notify la Lic. en Nutrición Sofía Luciano trata una temática que muchas veces es tabú como los trastornos alimenticios y la imagen corporal desde una perspectiva profesional.

“Hay que entender que el trastorno alimentario es una alteración psicológica, es un trastorno mental en donde se realiza un comportamiento patológico frente a la ingesta de alimentos, la realización de actividad física y existe una gran preocupación por el peso, por el cuerpo, la imagen corporal y el control de esos parámetros”, expresó y aseguró que a nivel sociedad aún no estamos del todo informados.

“No es una decisión, es un trastorno mental y todo lo que hay alrededor en nuestra sociedad, la cultura de la delgadez y la dieta también hace que sea muy funcional al trastorno alimentario y que la persona tarde en consultar. Hay muchas evidencias de que se demoran muchos años en hacer una consulta profesional para tratar estos trastornos”, reflexionó.

“Tenemos muy naturalizado pasar muchas horas sin comer, sentir culpa por los alimentos que comemos, restringir, no comer alimentos enteros, está muy reforzada la idea de que un cuerpo delgado es un cuerpo sano”, cuestionó Sofía. Destacó la necesidad de establecer parámetros sobre la mesa y entender hasta qué punto eso es salud en el sentido más amplio.

Sobre las señales a las que prestar atención cuando existe la sospecha de un trastorno alimentario, señaló:

  • Evitar comer alimentos por medio.
  • Sentir culpa al ingerir algo que está “fuera de lugar”.
  • Intentar compensar restringiéndose en la próxima ingesta.
  • Practicar ejercicios de manera intensa para compensar.
  • Eliminar grupos enteros de alimentos de la dieta.
  • Buscar aprobación constante en relación al peso o la forma del cuerpo.
  • Prestar mucha atención al cuerpo y lo que pasa con él.
  • Dificultad para decidir qué comer y saltear comidas.

“Uno tiene que entender que el trastorno alimentario es un trastorno mental multi-determinado y que depende de otros factores. Siempre es un trastorno que va a trabajar como primera base una psicóloga/o y después habrá otras áreas que vamos acompañando”, indicó. Sin embargo, sostuvo que el simple hecho de llevar adelante una dieta puede ser un desencadenante o disparador pero no es suficiente para que se genere un trastorno alimentario.

Frecuentemente lo que ocurre es que un profesional de la psicología termina por derivar a un profesional de la nutrición. “Muchas veces nos encontramos detectando de alguna manera como nutricionistas comportamientos patológicos y necesitamos hacer esa derivación, es clave entender que para nosotros sí o sí tiene que existir la terapia psicológica porque la base – la alimentación – es la punta del iceberg y nosotros no vamos a poder trabajar sobre eso sin que tengamos el trabajo terapéutico más profundo”, dijo.

Respecto a las estadísticas actuales, señaló que existen sesgos de investigación: los trastornos alimentarios son más investigados en mujeres pero, sin embargo, cada vez aparecen más casos que involucran a hombres. Por otro lado, se detectan trastornos alimentarios cada vez a edades más tempranas pero las consultas tardan varios años en llegar. “Hay muchos trastornos que se proliferan y que tal vez la persona a sus 20, 25 años empieza con un tratamiento específicamente para ese trastorno”, aseguró.

Dentro de los trastornos alimentarios aparecen la anorexia, la bulimia, los trastornos por atracón y los trastornos por selectividad alimentaria. Es importante aclarar que la obesidad no es un trastorno alimentario entendido como trastorno mental. Este tipo de trastornos no dependen de la forma o el tamaño corporal para presentarse.

“Hay muchos pacientes que tal vez tienen un cuerpo grande y no se habilitan a entender que tal vez su diagnóstico sí tiene que ver con un trastorno alimentario, que pueden tener que ver con bulimia, que puede tener que ver con un trastorno por atracón porque hay una representación social de trastorno alimentario a ese cuerpo que se le ven los huesos y que no corresponde en todos los casos”, explicó.

Imagen corporal: una sobrevaloración

En la actualidad existe una sobrevaloración sobre la imagen corporal. Las redes sociales son un factor que profundiza y aumenta la aparición de trastornos alimentarios y cabe replantearse ¿qué tipo de contenidos y perfiles buscamos? El intrusismo profesional, donde las dietas o planes de alimentación los proveen entrenadores sin individualizar cada caso. “No todos necesitamos lo mismo, no todos tenemos las mismas rutinas, los mismos contextos, entonces esto de naturalizar de que puedo acceder a una dieta que es igual para todo un grupo es algo que podemos cuestionarnos”, expresó y apuntó contra las aparentes “verdades absolutas” que se venden en redes.

En un presente donde cocinamos poco, se presenta una contradicción: consumimos contenidos de recetas, de dietas, de actividades y reglas que tengo que llevar adelante sobre mi alimentación. “Es algo a detectar cuando trabajamos con personas que están atravesando un trastorno alimentario. El contenido de la red social es algo que trabajamos mucho en consulta para regularlo, para entender que puede generar disparador de pensamientos y por ende de conductas”, comentó.

En relación a cómo actuar ante la presencia de este tipo de trastornos, señaló como fundamental el pedir ayuda. “Es un trastorno mental que tiene la taza más alta de mortalidad pero que con un tratamiento interdisciplinario se puede recuperar, se puede tener una mejor calidad de vida”, aseguró.

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