Más del 70% de los residuos encontrados en las playas bonaerenses son plásticos
Los plásticos y las colillas de cigarrillos continúan siendo uno de los mayores contaminantes de la zona.
Según datos recopilados en el último Censo Provincial de Basura Costera Marina realizado en el 2022, y como resultado del trabajo conjunto entre instituciones costeras en 16 localidades bonaerenses, los residuos plásticos y las colillas de cigarrillos continúan siendo uno de los mayores problemas en la costa atlántica argentina.
Durante los meses de septiembre y octubre de 2022 tuvo lugar la sexta edición del Censo Provincial de Basura Costera Marina, organizado por diferentes organizaciones de las principales ciudades costeras de la Provincia de Buenos Aires, en coordinación con más de 400 voluntarios. Con el fin de analizar la cantidad y el tipo de residuos que existen en la costa bonaerense, esta edición cubrió un área total de 410.864 m2 y contó con la colaboración de alrededor de 20 organizaciones del tercer sector y la sociedad civil.
Los resultados recopilados registraron un total de 35.741 residuos, de los cuales el 73,7% estuvo constituido por plásticos, lo que indica una vez más que son los residuos más abundantes de las costas.
Un dato más que relevante considerando que la contaminación por plástico es uno de los problemas ambientales globales que más empeoró en los últimos años, generando graves consecuencias: daña especies y hábitats marinos muy valiosos y, al pasar a través de la red trófica y llegar al ser humano, pone en riesgo nuestra propia salud.
Contaminantes plásticos
Los tipos de contaminantes plásticos que más se encontraron fueron: colillas de cigarrillo (26,4%), fragmentos plásticos (17,3%), envoltorios plásticos (13,5%), bolsas plásticas (11,7%) y tapitas (5,1%).
Contaminación por plástico
Se conoce como residuos marinos a cualquier material persistente de fabricación humana y sólido, que es descargado o abandonado en el medio marino y costero. Esta problemática se ve acentuada con motivo de las toneladas diarias de basura que llegan a los mares a través de los sistemas de drenaje urbanos (como las bocas de tormenta y los pluviales), la desembocadura de los ríos y por la acción del viento que los traslada, sumado a lo que directamente arrojan las personas en los ambientes costeros o la descarga desde las embarcaciones.
De todos los residuos sólidos posibles, los plásticos son los más abundantes en el mar y las costas. Esto se debe, en parte, a cómo se degradan: debido a la erosión producida por el sol, el mar o los microorganismos, estos residuos plásticos se van transformando en fragmentos cada vez más pequeños, como los microplásticos (menores de 5 mm) y los nanoplásticos (menores de 1 mm). Al ser consumidos por los organismos marinos, estos contaminantes pasan a través de la red trófica llegando inclusive al ser humano.
“Una realidad incontrastable es que el plástico que llega al mar es difícil de retirar. En los últimos 80 años, la vida promedio de un ser humano, contaminamos nuestros ecosistemas marinos con un material que, por económico y práctico, fabricamos y consumimos por demás. Lejos de demonizarlo, la realidad es que ni los riesgos de su producción ni el destino final de su gestión fueron considerados”, concluyó Verónica García, especialista Ecosistemas Marinos y Pesca Sustentable de Fundación Vida Silvestre Argentina.
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