Más allá de la emoción: Tipos de lágrimas, su composición y el impacto en la salud
Las lágrimas son una respuesta natural del cuerpo que a menudo asociamos solo con la tristeza, pero su función y composición son mucho más complejas. Existen diferentes tipos de lágrimas, cada una con un propósito específico y una composición química que puede variar según su origen.

El llanto, una expresión emocional común, implica no solo la secreción de lágrimas sino también manifestaciones físicas como párpados hinchados, mejillas enrojecidas y labios temblorosos. Desde un punto de vista científico, hay un consenso acerca de tres tipos principales de lágrimas:
- Lágrimas basales: Secretadas continuamente para mantener el ojo lubricado.
- Lágrimas reflejas: Aparecen en respuesta a partículas extrañas o irritantes.
- Lágrimas psíquicas o emocionales: Vinculadas a estados emocionales intensos como la tristeza, la felicidad o el enojo.
Las lágrimas basales cumplen funciones cruciales como limpiar y lubricar la superficie ocular, que carece de vasos sanguíneos. También proporcionan oxígeno y contienen componentes esenciales como azúcar, proteínas y globulinas antisépticas. Cuando un irritante, como polvo o arena, entra en el ojo, la composición química de las lágrimas reflejas cambia para hacerle frente.
Un aspecto fascinante es que las lágrimas emocionales poseen una composición química distinta que refleja el estado anímico de la persona. Por ejemplo, las lágrimas producidas por tristeza o estrés crónico tienen una alta concentración de cortisol y proteínas, mientras que las generadas por alegría contienen altas concentraciones de endorfinas, asociadas al bienestar. Esta diferencia en la composición molecular antes de salir al exterior se debe a que los distintos estados de ánimo implican procesos fisiológicos y la secreción de diferentes hormonas y neurotransmisores.
Además de su función fisiológica y química, las lágrimas presentan un aspecto visual sorprendente visto a través de un microscopio. La fotógrafa Rose-Lynn Fisher exploró esta “topografía de las lágrimas” y reveló que los diferentes tipos dibujan patrones únicos. Las lágrimas basales, por ejemplo, crean un cuerpo asimétrico. Las lágrimas al cortar cebollas pueden parecer hojas de árboles con un diseño homogéneo. Las lágrimas por reírse generan un dibujo “loco” y las de pena o luto resultan desconcertantes. La diferencia en estas formas cristalizadas no solo depende del estado emocional, sino también de las circunstancias específicas en las que las lágrimas se secaron para convertirse en muestras de microscopio (sal cristalizada).
Beneficios de llorar
Llorar no es solo una respuesta a estímulos o emociones, sino que también tiene importantes beneficios para la salud. Desde la época clásica, se consideraba que las lágrimas actuaban como un purgante. La psicología actual coincide en gran medida y destaca que el llanto es un mecanismo para liberar el estrés y el dolor emocional al funcionar como una “válvula de seguridad emocional”.
Reprimir sentimientos negativos, conocido como “afrontamiento represivo”, puede debilitar el sistema inmunológico y asociarse a problemas cardiovasculares, hipertensión, estrés, ansiedad y depresión. Además, llorar puede fomentar el apego, lo que promueve la cercanía, la empatía y el apoyo de quienes nos rodean.
Sin embargo, es crucial consultar a un profesional si el llanto es consecuencia de ansiedad, depresión, trastornos del ánimo o estrés crónico.
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