La personalidad de las personas cambia cuando hablan en otro idioma
Diversos estudios demuestran que hablar varios idiomas no solo cambia la forma en que percibimos el mundo, sino que también puede hacer que nos comportemos y sintamos diferente según la lengua que usemos.
Investigaciones en psicolingüística, psicología cognitiva y antropología lingüística confirman que el idioma influye en cómo vemos el mundo y a nosotros mismos. Se observó que la lengua materna suele generar una mayor intensidad emocional en las personas, ya que está vinculada a recuerdos tempranos y emociones profundas.
Por el contrario, las segundas lenguas a menudo permiten cierta distancia emocional, lo que facilita la expresión en situaciones complejas y disminuye la ansiedad o el sentimiento de vergüenza. Esta dualidad puede influir en la personalidad que mostramos: mientras la lengua materna refleja una identidad más emocionalmente intensa y rica, la segunda lengua ofrece practicidad y un matiz diferente de interacción social.
Estudios como el realizado por Nairan Ramírez-Esparza con mexicano-estadounidenses bilingües revelan que los hablantes demuestran rasgos de personalidad como extroversión y amabilidad con mayor intensidad cuando usan el inglés, idioma ligado a una cultura más asertiva, mientras que en español exhiben una conducta más reservada. Experiencias personales también muestran que muchas personas sienten que su actitud y comportamientos cambian según el idioma que hablan.
Estas investigaciones apuntan a que el dominio del idioma, el contexto de aprendizaje y la actitud hacia la lengua son factores esenciales para entender esta transformación. Además, la enseñanza de segundas lenguas puede beneficiarse de estas perspectivas al enfocarse en construir identidades positivas que permitan a los estudiantes sentirse cómodos y conectados con la lengua nueva.
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