La Haya prohibirá la publicidad de productos contaminantes

La ciudad neerlandesa vetará anuncios de productos contaminantes desde 2025.

A partir del 1 de enero de 2025, La Haya implementará una prohibición total de la publicidad para productos y servicios que contribuyan a la contaminación. Esta normativa eliminará los anuncios de combustibles fósiles y de servicios con alta emisión de CO2, como vuelos y cruceros, en marquesinas de autobuses y vallas publicitarias de la ciudad.

La medida, aprobada el 12 de septiembre, marca un hito al convertir a La Haya en la primera ciudad en adoptar esta restricción. La decisión responde a una demanda creciente de líderes globales y sectores de la sociedad civil, incluido el Secretario General de la ONU, António Guterres.

Publicidad y cambio climático

La discusión sobre la publicidad de combustibles fósiles en La Haya comenzó en 2021, con el apoyo de partidos ecologistas y de izquierda, así como campañas como Reclame Fossielvrij, que reunió firmas de 150 organizaciones y personalidades públicas.

En 2023, un nuevo acuerdo de la coalición del Ayuntamiento de La Haya reafirmó el compromiso de eliminar estos anuncios. La ley fue aprobada tras un retraso en la votación inicialmente prevista para el 11 de julio.

Reacciones y expectativas

La medida ha sido celebrada por expertos en comunicación y acción climática. Activistas de Extinction Rebellion destacaron la legislación en redes sociales, aplaudiendo a La Haya como la primera ciudad en prohibir la publicidad de combustibles fósiles mediante legislación local.

Thijs Bouman, profesor asociado en la Universidad de Groningen, resaltó la relevancia de esta medida y sugirió que los fondos ahorrados podrían reinvertirse en opciones sostenibles, como el transporte público. Uwe Krüger, científico de la comunicación en la Universidad de Leipzig, también enfatizó la necesidad urgente de reducir la huella de carbono global y la influencia negativa de la publicidad de productos de alta emisión.

Impacto global esperado

La decisión de La Haya se considera un modelo potencial para otras ciudades y países, con la esperanza de que genere un efecto dominó que impulse cambios en las políticas publicitarias a nivel mundial.

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