La comunidad de la Amazonia que creó su propia guía de aves

Los Baniwa de Nazaré, en el corazón de la Amazonia brasileña, revolucionan la investigación científica al documentar su avifauna y cultura en una guía única, escrita en dos lenguas indígenas y portugués. 

Mientras el sol se eleva sobre las playas de arena blanca y las aguas rojizas del río Cubate, el canto del gallito de las rocas guayané resuena en la aldea indígena de Nazaré. Para los Baniwa, estas aves no son solo parte del paisaje, sino mascotas y símbolos de identidad. Darlene Florentino, una mujer Baniwa, cuida con esmero a dos de estos pájaros que su marido rescató de un nido cubierto de barro. Los alimentan con frutas y xibé, una mezcla tradicional de harina de yuca y agua. 

En 1850, el naturalista británico Alfred Russel Wallace llegó a estas tierras, fascinado por la exótica belleza del gallito de las rocas. Wallace, codesarrollador de la teoría de la evolución, navegó el río Cubate y, con la ayuda de los habitantes baniwa, recogió ejemplares de aves que luego serían claves para sus estudios. Sin embargo, el conocimiento indígena fue invisibilizado en los registros científicos.

Hoy, casi dos siglos después, los Baniwa cuentan la historia con su propia voz. Dzoodzo Baniwa, líder y maestro local, descubrió el legado de Wallace y propuso, junto a Damiel Legario Pedro y la ecóloga Camila Ribas (Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia), estudiar y documentar las aves de la región.

La guía de aves de la comunidad amazónica

El primer desafío fue convencer a la comunidad de Nazaré, marcada por siglos de colonización, explotación y amenazas actuales como la deforestación y la minería ilegal. “Tenían mucho, mucho miedo”, recuerda Pedro. La clave fue garantizar una relación de igualdad y respeto, lejos del extractivismo científico tradicional.

Tras largas reuniones, los Baniwa decidieron crear una guía de aves que incluyera el nombre científico, el nombre en portugués y en dos lenguas indígenas, además de los usos y creencias culturales asociados a cada especie. “Lo que realmente queríamos era un libro en nuestro idioma”, afirma Pedro, docente de la escuela local.

Ciencia, cultura y territorio: así se hizo la guía

La encuesta comenzó en enero de 2023. Durante dos meses, voluntarios locales y científicos recorrieron más de 15 mil km² de selva mientras identificaban aves. Se capacitaron en el uso de binoculares y redes de niebla, y se instalaron micrófonos para grabar cantos, que luego fueron analizados por expertos.

En paralelo, Pedro lideró talleres comunitarios donde más de 100 personas de todas las edades identificaron especies por sus nombres indígenas y compartieron leyendas y saberes.

Euziane Evangelista Florentino, monitora del proyecto, registró historias casa por casa, como la fábula del gallito de las rocas y el pez acari, que enseña el valor de la colaboración y la diversidad de habilidades.

Una guía como soberanía, memoria y futuro

La guía de aves de los Baniwa es mucho más que un catálogo: es un acto de soberanía cultural, una herramienta educativa y una apuesta por el futuro. En un contexto de amenazas crecientes a la Amazonia, la alianza entre ciencia y saber indígena es clave para la conservación y la justicia social.

Camila Ribas expresó: “Sabemos muy poco sobre la biodiversidad que hay allí”. Gracias a la iniciativa de los Baniwa, ese conocimiento empieza a cambiar y con él, la forma en que entendemos y protegemos uno de los ecosistemas más valiosos del planeta.

Fuente: Revista Audubon, primavera 2025 (texto original de Sofia Moutinho, fotos de Dado Galdieri)

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