Identifican el centro clandestino de la Base Pomar

El juzgado de Daniel Rafecas localizó esta base operativa de la SIDE a partir de una fecha y un número de teléfono.

Identifican el centro clandestino de la Base Pomar. Este centro de detención ilegal y base operativa de la SIDE funcionó en Pompeya durante 1977 luego de haberse desmontado Automotores Orletti. El juzgado de Daniel Rafecas localizó el tercer centro clandestino de detención comandado por la SIDE en la esquina de Gregorio Pomar y Chiclana.

En febrero de 1977, Juan Ramón Nieto Moreno dirigía el Departamento de Contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia del Estado. Ese mes recibió a quienes operaban en Automotores Orletti, el centro clandestino que se desmanteló en noviembre del ’76 después de la fuga de una pareja. Allí le informaron que se había conformado un nuevo grupo y que contaban con una nueva “cueva”.

“Se utilizó esa base para algunas actividades operacionales y como lugar de detención transitorio e interrogatorio de prisioneros de la SIDE”, reveló Nieto Moreno en 1977 cuando declaró en un sumario iniciado por el Ejército en relación al secuestro de un agente de Bolsa que llegó a la Base Pomar.

En esta base actuaban 15 personas, de acuerdo con testimonios de represores. Además, se reveló que tenían un teléfono en el local y su número era 922-4997. Tanto el número como febrero del ’77 fueron datos claves para comprobar que en esa propiedad de Pomar al 4171/73 funcionó un centro clandestino.

El 24 de febrero de 1977 una persona llamada Juan José Dillon firmó un contrato para utilizar el galpón y el local que se ubicaban en el 4171/73 de la calle Pomar. Una extrañeza para la época era que el espacio contaba con línea telefónica. Dillon indicó que utilizaría el local como depósito de frutas.

Tras unos meses, Abraham Lewandowski, dueño de la propiedad, notó que sus inquilinos no aparecían ni pagaban el alquiler y no pudo encontrar a Dillon ni su fiador Néstor Bercovich. Un día el Ejército cercó la cuadra con varios camiones y realizó la mudanza. Los dueños se sorprendieron de notar que los propios militares tenían llave del inmueble.

El final de este centro clandestino sucedió cuando la banda comandada por Aníbal Gordon intentó un golpe contra la “subversión económica” y secuestró al agente de bolsa y dueño de Río Paraná Compañía Financiera, Pedro León Zavalía, donde se lo interrogó por su vínculo con el Grupo Graiver. La banda cayó cuando intentaba cobrar el rescate por un millón de pesos y fueron detenidos por la Policía Bonaerense.

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