Grupos de Telegram: Violencia digital contra las mujeres
La plataforma de mensajería se convirtió en un terreno fértil para la violencia. En diferentes países, los usuarios comparten contenidos íntimos de forma ilegal por la facilidad para ocultar su identidad.
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En Alemania, se descubrió al grupo denominado “Rape Chats” con más de 70.000 miembros, quienes compartían detalles sobre cómo manipular, drogar y agredir a sus parejas. Además, intercambiaban imágenes privadas sin el consentimiento de las víctimas, en un acto que resalta la creciente violencia digital en plataformas sin suficiente control. La investigación de esta red fue llevada a cabo por dos periodistas de la radio pública alemana ARD.
En Portugal, más de 70.000 personas, en su mayoría hombres, participaron de una red que se dedicaba a difundir fotos y videos íntimos de mujeres sin su autorización. Las afectadas generalmente desconocían la invasión a su privacidad, lo que complica aún más las acciones legales debido a la falta de leyes específicas para estos casos.
Los agresores de Gisele Pelicot, la francesa abusada por su marido y 62 hombres más, formaban parte de un grupo de chat en la plataforma Coco.gg, que fue cerrada debido a estos crímenes. En dicha red, los miembros compartían imágenes y relatos de los abusos que había sufrido Pelicot.
En Argentina, un grupo conocido como “Los Magios” operaba en Tucumán, con más de 11.000 miembros. Esta red se dedicaba a la difusión de material íntimo sin permiso, y sus salas de chat cambiaban de nombre una vez eran descubiertas por las autoridades (Fuente: Revista digital NIT).
El avance hacia una legislación más consistente se dio con la promulgación de la Ley Olimpia en 2024, que reconoce la violencia digital como una forma de violencia de género y establece penas para quienes difundan imágenes íntimas sin el consentimiento de las personas afectadas. Sin embargo, aún persisten desafíos significativos, como vacíos en la legislación y la falta de implementación efectiva.
La inteligencia artificial también juega un papel clave en este tipo de delitos:los grupos comparten imágenes generadas artificialmente que utilizan el rostro de mujeres de diversas edades, lo que amplifica el daño a las víctimas.
Fuente: Revista digital NIT, Boletín oficial, IWF, Fiscales.gob
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