“De los pibes que me parecen unos tarados, también me parece una mierda la música que hacen”

“Los Espíritus se han cruzado en mi camino y realmente pude ver el empuje, la originalidad y la renovación fresca que le otorgaron al rock argentino. Son muy particulares. Tienen una forma particular de encarar las canciones. Es muy original para la música. Sin que tenga nada que ver, me hacen acordar a los primeros años de Los Twist porque nadie sonaba como Los Twist“, explica Carca con respecto al cruce que ha tenido en el último tiempo con la banda. Es que en los últimos años, como en casi toda su trayectoria, el artista se mueve en múltiples proyectos como Babasonicos, las sesiones de Sancocho para Los Espíritus y su sólido plan solista que tiene cinco nuevos singles hechos entre el 2020 y el 2021. Este material sofisticado va a ir a parar a un disco que se editará pronto. Mientras, el músico hizo shows en vivo en Buenos Aires con entradas agotadas y se prepara para llegar a Villa María el viernes 4 y a Córdoba capital el sábado 5, donde repasará su obra.

Antes de estos shows tuvimos una distendida charla vía zoom con él. A continuación algunos fragmentos.

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Sé que no te gusta hablar mucho de los shows porque preferís que la gente se sorprenda, pero sí quiero que me diga cómo es tu relación con Córdoba y su público y cuáles son tus expectativas para este concierto. 

Córdoba fue el primer lugar no propio, por así decirlo, que me abrió los brazos para darme una bienvenida súper cálida sabiendo quién era yo y qué hacía y lo que había hecho en es momento: en el 91 (primer Nuevo Rock Argentino). En ese momento tuve la oportunidad de ir con mi grupo, que era Tía Newton. La verdad que no sólo me sorprendió el clima de efervescencia que había, que podría ser típico de recibir algo nuevo,  pero era gente que sabía perfectamente lo que iba a ver, con una información absoluta del asunto.

En esos años no era fácil acceder a esa data…

Esa información era mucho más difícil de adquirir en ese momento y, sobre todo, de nosotros. Ni siquiera estamos hablando de una banda de Buenos Aires como ahora podría ser alguien más posicionado. En ese momento se había puesto el foco sobre la escena de Buenos Aires – por así decirlo-, también pasaban un montón de cosas súper interesantes en Córdoba, me acuerdo de algunos grupos.

¿Qué nombres recordás?

Me acuerdo de Los Abuelas Mecánicas, me acuerdo de Rastrojero Diesel… se me escapan algunos otros. Pero sí, presentaba el inmenso actor Daniel Araoz. Era todo bastante hippie, pero necesario  y a la vez tenías infraestructura de la que podríamos tener cualquiera de nosotros en nuestros conciertos.

Eran muy nuevos…

Claro, nosotros los Tía Newton y los Babasonicos llegamos al paroxismo de no tener hotel. Se había ocupado el hotel dónde íbamos a ir, y terminamos durmiendo todos juntos, uno arriba del otro entre Babasonicos y Tía Newton… En definitiva, siempre hubo un hilo muy fuerte en la relación con Córdoba y con el paso del tiempo. De hecho después volví en innumerables ocasiones, creo que con Tía Newton hemos ido dos o tres veces más a bares under como Varsovia o El Ojo Blindado. Viéndolo a la distancia, un productor que apostaba a nosotros tiene más que ver con un héroe, con un loco y con una persona de bien porque no había negocio alguno.

¿Y estos shows que vas a dar en Villa María y en Córdoba qué particularidades van a tener?

Es una de las pocas veces que puedo jactarme de ir con un show que es tal cual lo hacemos en Buenos Aires. En otro momentos es “vamos cómo se puede porque el número es éste”, pero ahora estamos yendo… no te digo con todo porque tampoco es el show de Kiss, pero sí un show como tal cuál es la banda. Va a ser un show más teatral: un show de una hora y cuarenta. También sé que va haber dos bandas antes que lamentablemente no sé cuáles son. Creo va a haber una banda de chicas, que eso me parece interesante porque siempre que podemos intentar equiparar este mundo torcido invitamos a formar parte de los conciertos a artistas femeninas. Por ejemplo a mi show que dí en  Usina del Arte, lo abrió Sol Bassa. Realmente engalanó la apertura de esa noche de una forma magistral. Quizás son cosas que entre el machismo y la puta madre no se les da lugar.  Por eso pedí que una de las bandas que abra sea una banda de chicas.

¿Vos siempre fuiste así o tuvo que venir una ola feminista para que te replantees algunas cosas?

Mirá, yo me vestí de mujer en mi primer disco (Miss Universo 1993) y crecí entre mujeres. Soy el hijo menor de una familia con mamá y dos hermanas. Se me inculcó un respeto fuerte hacia la imagen de la mujer, y tengo la suerte de tener una madre heroína. Entonces solamente basta con contemplar todos esos años de esfuerzo  y dedicación a la familia para entender. La verdad es que cuando empezó todo este replanteo, que para mí es oprobioso, yo me reía  porque lo entendía innecesario.

¿Ya lo tenías naturalizado?

Yo había crecido en un mundo distinto, por suerte: con un padre cero machista, completamente enamorado de su mujer, de su familia. Entonces todas estas aclaraciones me parecían espantosas. Y, para colmo, ver cómo se cobijaban en las bambalinas de ese pseudo feminismo los peores personajes, como Jorge Rial. Entonces, ¿de qué va limpiar la cara de quién? Me parece medio en vano aclararlo, pero siempre me involucré personalmente con mujeres: en la transición de Miss universo y Un Millón de Años Blues yo armo una banda con Érica García en la guitarra y con Karina Tumburini (batería), de Mata Violeta, que en ese momento era pareja de Superman Troglio. Yo tocaba el bajo y  tocábamos mis canciones todos vestidos de mujer.

Claro…

Para cerrar, nunca creí que el mundo iba a ir para ese lado en que la ridiculez le gane a todo. Es lo mismo que tener que pregonar ser bueno, tener que pregonar no robar, tener que pregonar no violar. Es obvio. Pero vivimos en un mundo en el cual el principal poder político está lleno de viejos pedófilos: la Iglesia Apostólica Romana. Desde que existe esa mentira abominable, que no tiene nada que ver con la elección de Jesús, la cultura y la civilización se vuelven un espejismo construido por humanos.  Es vergonzoso cómo la iglesia del medioevo coloca a la mujer, que siempre fue la chamana de la tribu, la que vislumbraba dónde había que cazar, donde había que sembrar, etc. Todo ese mundo en que la que pare entiende el mundo con su sensibilidad, todo eso se abolió y se hizo un mundo de viejos negadores de su sexualidad que subyugaron niños. Entonces, en un mundo tan tergiversado, hasta hoy en día se tergiversa todo, y ante una opinión fuera de lugar, se tergiversa todo y terminás siendo la peor persona del universo, porque para eso existe Twitter y toda esa porquería.

Equivocar al enemigo…

Va a ser muy difícil salir de acá. Cuando vi que personajes recalcitrantes salían en la tele con su speech feminista y deconstruido dije: “¡qué lástima!” porque otra vez que un concepto que está bien se esfuma en lo agrio de la hipocresía reinante. Ahí es donde entiendo que la música tiene una tarea, donde me regocijo al ver que la gente me dice, “Uh, loco. Esto que dijiste, esto que cantaste me abrió tal puerta”. Bienvenido sea, si salvamos a una o a uno ya está.

A su vez está la idea de no tener ídolos.

Quizás se pueda ser un tarado y un mal tipo y hacer música buena igual, yo no creo. No conozco casos. Sí puede haber gente suicida, locos, depresiva, triste que puedan hacer una música que te deje algo. Yo no creo que se pueda ser un estúpido y ser un héroe… Sí, la mayoría de héroes del rock, a veces son estúpidos.

Pueden tener derrapes…

Claro, es lo que decía antes del mundo en el que vivimos. La verdad que los pibes que me parecen unos tarados, también me parece una mierda la música que hacen. Van de la mano. Después conozco mucha gente linda que hace una música que me gusta mucho. Y que tiene valores y códigos que comparto. Y a veces, si no los comparto, la música me deja de gustar. Pero hay líneas que no se pueden cruzar: un artista no puede matar, no puede violar, un artista no puede robar algo a otro sin necesidad de hambre. Son actos miserables que no son admirables para nada. Entonces dudo mucho que la música de esa gente me parezca que está bien.

Al principio de la charla recordaste tus primeros shows en Córdoba y el rol de los productores. ¿Qué recuerdo te quedan del Perro Emadies, uno de los organizadores de El Nuevo Rock Argentino?

Me dejaste helado porque no lo sabía. Al Perro yo lo conocí en el año 94, cuando tenía una disquería especializada que nos comparaba nuestro material, así que era glorioso.  Y con él vinimos en el año 92 a hacer un show con Dani Melero, que presentaba e disco Recolección Vacía, creo que fue después de  Colores Santos, el disco con Gustavo porque yo también vi de cerca la grabación de ese disco, desde el lado de estar en la casa de Dani y que él viniera con las novedades y con el fulgor d estar contento con ese disco. Fuimos a Córdoba al Teatro Real, ahí nos llevó el Perro.El Perro nunca produjo un show mío, pero sí para Dani Melero y yo era su Sancho Panza en ese momento. He ido incluso hasta la casa de el Perro a tener almuerzos, asados. Un estandarte de allá, por lo menos en la primera época . Me quedo con el Perro productor, vital y que iba para adelante.

Por Santiago Ramos