Entrevista a La Vela Puerca: “Las canciones de rock nacen del drama, no de la felicidad”

Hoy viernes 19 de agosto el grupo uruguayo llega a Córdoba para presentar su nuevo disco: Discopático en Plaza de la Música. Se trata de una obra tan festiva en lo musical como obscura en sus poéticas: “La canciones del rock nacen del drama, no de la felicidad”, nos contó Sebastián Cebolla Cebreiro.  Esta cita obligada en una de las cuatro ciudades más importantes para la banda (las otras son Montevideo, Buenos Aires y Rosario) se da en el marco de una gira que los llevó por España y que los trae por diferentes puntos de la Argentina. Dicen que más difícil que llegar es mantenerse y el grupo uruguayo que hace casi 20 años hizo un boom en Córdoba se ha logrado mantener en el terreno de la masividad. Aquí va una entrevista con La Vela Puerca en palabras de uno de sus cantantes, Cebolla, quien rememora los primeros shows en Córdoba, ahonda en el disco nuevo, reflexiona sobre el concepto de música urbana y define los diferentes públicos de la banda.

• Por Santiago Ramos
• PH: Santiago “Gallo” Bluguerman

Este año fue a la presentación de Trinchera, el nuevo disco de Babasonicos y decidieron no conceptualizar sobre el disco. ¿Cómo será la presentación de Discopático en Plaza de la Música? 

Estamos mezclando. Entendiendo cuáles son las canciones viejas que acompañan a las canciones del disco nuevo. En los shows anteriores hicimos algunas listas y luego las cambiamos porque creíamos que algunas viejas pegaban con el disco nuevo, pero en realidad no. Estamos sintiendo ese feedback en la sala con nosotros mismos. Es entender cómo van las canciones, cómo se van a defender solas.

Es un disco bien para arriba en cuanto al ritmo, aunque las letras no reflejan eso, ¿cuándo arman el show buscan un equilibrio entre canciones con más agite y canciones más bajas? 

Exacto, es un poco lo que te decía recién. Como bien apreciaste vos en la escucha de Discopático que musicalmente es un disco completamente energético y para arriba, que te hace mover la pata, que te dan ganas de bailar e ir a un recital a moverte. Sin embargo, cuando te das cuenta lo que estás cantando caes en que estás cantando letras bastante escabrosas, letras oscuras, pero con el dejo de esperanza que tienen la enorme cantidad de canciones de La Vela Puerca en su acervo. Esa dicotomía está buena, nos gustó el desafío de tener letras oscuras y un disco para arriba. A mí me hace acordar un poco a la esencia de la música brasilera, que vos la escuchás y parece que es todo fiesta y alegría y, sin embargo, le están cantando a la miseria más grande , a la injusticia más grande que rompe los ojos. Entonces se nos ocurrió que esas dos caras de la misma moneda está bueno que convivieran.

¿Y en el directo matizar con canciones en la misma tónica?

Y por supuesto en un show tenés que pegarla con canciones que sean primas hermanas, que propongan un poco lo mismo. De hecho las canciones de rock nacen del drama, no de la felicidad. Si bien uno puede cantar cosas esperanzadoras, las canciones de rock nacen de los dramas. Un poco asumir las canciones que hacemos y tratar de que convivan lo mejor posible las viejas con las nuevas.

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Me quedo con el concepto de que muchas de las canciones de rock nacen de un drama. Recuerdo que en los primeros discos de La Vela había temáticas de desigualdad social, de la colonización que sufrió América en canciones como Potosí, temáticas contra la policía o a favor de la legalización de la marihuana, de apertura a derechos civiles que en algunos casos se fueron dando. ¿Qué hay de aquel discurso en La Vale Puerca 2022 y qué problemáticas nuevas los conmueven? 

Yo creo que las cosas son las de siempre, los tópicos atraviesan las carreras de los artistas. Como decimos, “la canción siempre es la misma”. Uno se enfrenta a los mismos tópicos con 20 años y con 50. Las problemáticas y las disyuntivas siguen siendo las mismas. Obviamente que sí, que hoy en día se ha ganado terreno en lo social, pero siguen habiendo discursos retrógrados, siguen habiendo discursos que trata de boicotear esa apertura cultural y social que están teniendo las sociedades y sobre todo los jóvenes. Eso va a existir siempre, esas van a  ser siempre las peleas que tengan los jóvenes del presente. Yo creo que La Vela ha hecho eso toda la vida, le ha cantado a las mismas cosas con 20, con 25, con 30 , con 40 y con 50 años. Los tópicos serán los mismos, lamentablemente.

¿Cómo les fue en al gira por España?

Fue una gira bastante emotiva como son en general las giras por la península ibérica. Allá no es un lugar cualquiera para nosotros, allá están los amigos que se fueron en aquel patético 2002, está la familia que se fue. Entonces más que una búsqueda de gente nueva es un reencuentro con un montón de gente. La gente nos hace sentir que, de alguna manera, llevamos un pedazo del país con ese puñado de canciones que tocamos en esas escasas dos horas y pico de concierto, entonces se viven momentos muy emotivos y la verdad es que uno se siente vivo cuando lleva ese puñado de canciones de esa gente que vive de hace 20 años.

¿Y el público que los ve allá es de América del Sur o son nativos españoles?

Tenemos como una pelea por traer gente local. Que nos vayan a ver madrileños, catalanes, vascos, y lo estamos logrando de la mano de los uruguayos, los argentinos y los latinoamericanos que están allá hace 20 años y que se han hecho amigo de esos locatarios y que le han hecho escuchar cosas de su país. Entonces, cuando se nos acerca un vasco cuando tocamos en Bilbao o Pamplona y nos dice “yo trabajaba con un cocinero argentino”, “yo vendía con un  uruguayo y me mostraron La Vela Puerca”, esa conexión cultural es la que más necesitamos. Hoy en día es verdad que Internet facilita un montón de cosas, pero ese boca a boca cuando ese cocinero, en esas cuatro o cinco horas de trabajo que tiene con otro pone su música para escuchar y convivir, y se hace parte del cotidiano de la gente, te acurrucan en su pecho como una banda de su infancia. Eso es lo que estamos necesitando.

En ese ida y vuelta se genera una nueva percepción…

Totalmente, y viceversa porque cuando vos llegás, los uruguayos que son amigos tuyos te dicen: “Hay una banda nueva que se llama La Moda, que son de Burgos, que tienen unas canciones de la puta madre” y vos te enriquecés. Ya te digo, Internet te da ese abanico de posibilidades pero también apabulla. También no te da el tiempo de llegar a abarcar todo eso que vos no llegás a reconocer. Antes teníamos que esperar que fuera un amigo a España o a País Vasco y que trajera el último disco de La Polla Rércords, entonces vos ahí recién llegabas. Siempre es a través de un amigo que uno se enamora de las nuevas culturas. Entonces esa cadena de valores, a veces intangible, no se debe cortar sino que hay que potenciarla.

Me quedé pensando que algo de eso ocurrió con C. Tangana, de quien sus padres escuchaban Jorge Drexler o Andrés Calamaro. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Arquero? 

Arquero es hijo de la migración. Nace en España con una madre uruguaya y un padre español, que se crió con la música española, con Extremoduro, con Joaquín Sabina, con Los Violadores del Verso, Kase O, y a los 16 años se vino a vivir a Uruguay y trajo todo ese bagaje y culturizó a todos sus amigos que estaban en las nuevas movidas de lo que es el rap, el nuevo trap, el hip hop, toda esa movida que desde hace un tiempo está en Uruguay como en todo Latinoamérica en alza. Él trajo toda esa camada de raperos españoles, esa nueva música, esa nueva forma de escribir, esa nueva forma de frasear, y enriqueció la escena. Ese pibito con 16 años, que hoy tiene veintipico, enriqueció la escena uruguaya, la enalteció: todos aprendieron de él, él aprendió de todos. Formaron un colectivo que se llama Los Buenos Modales con un montón de raperos locales que se fueron potenciando entre ellos. Creo Arquero siendo tan joven es un referente del género mal llamado urbano, para mí.

¿Por qué? 

Porque el rock nace de la urbe, de los obreros. Entonces creo que esa música también es urbana. Pero bueno, hoy le pusieron como título al rap y al trap “música urbana”, que también nace de la urbe. Creo que él cruzó el océano y trajo una nueva visualización de ese género musical.

Vendría ser como cuando a comienzos de la década del 80 vino a la Argentina Luca Prodan con discos de Joy Division y un montón de pibes se plegaron… 

Claro. Imaginate que en aquella época, cuando llegó Luca Prodan y trajo ese puñado de discos, era dificilísimo que te llegara un disco de Joy Division o de New Order, o de un montón de bandas. Hoy es mucho más fácil caer con un puñado de discos, con un puñado de canciones, con un puñado de vinilos y artistas nuevos porque enseguida no sólo escuchás ese disco que te presenta esta persona, sino que vas Internet y repasás toda su discografía de punta a punta. Pero bueno siguen siendo las personas las que generan ese intercambio.

La pandemia nos dejó más que claro que la experiencia de la  música en vivo es intransferible…

Por algo cuando volvieron los espectáculos en vivo la gente se tiró de cabeza. Nosotros con Seba Tysera estamos declarados cantores y no cantantes porque contamos historias y cuando contás una historia necesitás un tipo adelante que te mire a los ojos y vos contarle con las tripas en la mano eso que escribiste un día en el altillo de tu casa. Entonces, cuando te roban eso, te roban la esencia de lo que estás buscando.

Hace un tiempo hicieron una versión de Las Pelotas, una de las bandas más cordobesas del rock argentino. ¿Qué recuerdo tenés de aquellas primeras visitas a Córdoba en el Centro Cultural General Paz y 990?

Sí, esos dos primeros que nombraste. En el Centro Cultural estuvimos con Armando Flores, una banda local, que después tuvimos el placer de volver a invitarlos en Plaza de la Música no hace muchos años atrás, tres o cuatro. Y en el 990 allí con el Indio y con Cani que la verdad que es un boliche que para nosotros hoy se nos torna histórico. La evolución ha sido de la mano de la gente y de las canciones que nos llevan hasta donde nosotros no podemos llegar, como una especie de avanzada. Fue la primer provincia que pisamos fuera de la Capital Federal, hoy se nos ha tornado, junto con Rosario, una de las cuatro ciudades más importante que tiene La Vela.

Entrevista a La Vela Puerca