Entrevistas

Entrevista a Mariana Enriquez: “Lo poderoso e hipnótico de la palabra”

La escritora llega a Córdoba para presentar el espectáculo integral "No Traigan Flores"

No son muchos los escritores que logran ubicarse como faros generacionales y referentes, cual estrellas de rock. Mariana Enriquez es uno, quien con grandes obras como Las Cosas Que Perdimos en el Fuego (2016), Nuestra Parte de Noche (2019), Los Peligros de Fumar en La Cama (2009), entre tantos otros títulos, ha penetrado en el nervio sensible de la juventud y también ha conquistado el prestigio de la crítica literaria, cosas que juntas no suceden a menudo. 

En esta ocasión llega a Córdoba el miércoles 17 de mayo para presentar No Traigan Flores, un espectáculo integral que tuvo estupendas repercusiones en los teatros porteños. “La escritora Mariana Enriquez va por más: éste es el primer espectáculo integral que protagoniza para compartir una selección de textos propios (y otros no tan ajenos), ponerse en primera persona y narrar en el marco de una puesta artística y musical sobre el escenario de la Sala de las Américas”, describe la gacetilla del evento. 

Antes de esta presentación y vía estas señales de humo que son los mensajes de WhatsApp, entrevistamos a la autora, quien también fue crítica de rock. De hecho, entre otras excentricidades, en febrero de 2001, cuando acá se hacía el primer Cosquín Rock, Mariana se gastó todos sus ahorros para viajar a Cuba y poder ver la histórica presentación de los Manic Street Preachers en ese país, o en otra ocasión hacer una gira siguiendo los pasos Suede,  como visitar los cementerios de diferentes capitales, entre tantas otras anécdotas.

En la charla aborda varios temas, desde la descripción de este espectáculo hasta la función de la crítica de rock, su lugar en el feminismo, lo decible y no decible en ciertos espacios y su perspectiva de las redes sociales tras su huída de Twitter. 

¿Qué disparadores tuviste para hacer un espectáculo integral como “No Traigan Flores”? 

Yo no suelo tener disparadores, lo que suelo tener son sugerencias. Es una sugerencia que me hicieron Paula Nicolini y Martín Giménez, que son los productores. A ellos les pareció por la cantidad de fanáticos que veía en Instagram, por una serie de cuestiones que pudiera haber un público que tuviese ganas de verme leyendo, pero también comentando, pero también con un espectáculo que ofreciera un poco más, que mostrara estas cosas que hace la gente con mis personajes, con mis libros. Que hubiese una música, en este caso El Mono, Alejandro Bustos, que ellos habían visto en otro espectáculo, que haga las ilustraciones que hace con Arena. En este caso, para este espectáculo son muy góticos, muy sugerentes y le da como algo de cuento de hadas. Además ellos me conocen y saben que no soy una persona tímida y que me puedo atrever a hacer esto. Además tengo un interés en lo oral, en la literatura, que la literatura no sea solamente el libro que uno escribe en su casa, y que el lector no sea solamente el  que lee en su casa y que el intermedio sea otra cosa que una mesa con escritores hablando de literatura. En definitiva no fue un disparador sino una sugerencia, y además hacía mucho que estaba viajando y que no estaba en la Argentina, entonces tenía ganas de estar con los lectores de acá en una situación que sea interesante para mí, para ellos. 

Alguna vez Enrique Symns dijo que la experiencia de subir al escenario a expresar en vivo los textos escritos por él, le hizo sentir un poder inédito. En tu caso, ¿cómo es la experiencia de atravesar por esa situación en directo? 

Nunca siento que estar sobre un escenario de ningún tipo te dé un poder, ni que sea una situación que tenga algún nivel. Lo que sí tiene, que no tiene que ver conmigo, es ver qué hipnótica puede ser la palabra. Es un espectáculo donde, a pesar de las distracciones que tenés, los comentarios que yo puedo hacer, los chistes que yo puedo hacer, el backstage que te pueda dar, y las contribuciones artísticas que hacen los demás, es un espectáculo que la gente realmente tiene que sentarse a escuchar literatura leída. Y esto va más allá de mí. Esto tiene que ver con lo hipnótico y poderoso de la palabra. Pero yo creo que no me pasa a mí como autora, en todo caso lo que me divierte como persona es cambiarme la ropa, hacer como una cosa más frívola. Pero no lo que el protagonista hizo en los textos, los textos son míos, pero eso no hace que los textos no le pertenezcan. A mí eso es lo que me interesa en este tipo de cuestión. 

¿Qué representa para vos que el evento se dé en el marco de GRL PWR? ¿Cómo viviste estos años en que el feminismo tuvo algo más de espacio en la agenda pública? 

Que el evento se dé en el marco del GRL PWR está buenísimo. Los años estos, en los que el feminismo tuvo más espacio en la agenda pública, yo los viví muy bien (tengo 50 años ya): empezaron a aparecer un montón de temas que ya manejaba y fue como decir “por fin hay más gente hablando de esto”. También aparecieron un montón de contradicciones, y un montón de peleas por diferentes discursos y opiniones, que hizo que los espacios se volvieran más complejos en algunos casos, más ricos en otros. Pero en general es un espacio en el que me interesa estar y transitar. 

Fuiste periodista de rock en tiempos en que tenía una función necesaria la crítica, ¿cómo ves la crítica de rock actual ? 

Sí, fui periodista de rock en tiempos en que la crítica tenía una función necesaria y no leo crítica de rock actual. Primero porque no me interesa mucho el rock actual, y no me interesa la crítica de rock actual. Leo muchísimo más crítica de hip hop o de pop. No siento una necesidad de leer crítica de rock más allá de la información. 

Hace poco te fuiste de Twitter, después de un tiempo en que le diste a tu público la posibilidad de acercamiento e intercambio. ¿Qué te motivó a abandonar la red social? ¿Considerás que es un espacio dónde ya no es posible el intercambio?

Me fui de Twitter. Yo creo que el acercamiento e intercambio lo sigo teniendo por Instagram. Pero no me interesó el tipo de intercambio que surgió ahí. Lo que pasó fue que hay una escritora colombiana que se llama Carolina Sanín y decidieron no publicarle dos de sus novelas en una editorial mexicana por las opiniones que ella tiene en cuestiones de género (hay mucha gente que la considera una feminista terf  -trans exclusionista-). Más allá de que esté yo de acuerdo con ella o no, me pareció pésimo que no le publicaran los libros, que no tienen nada que ver con esto de lo que ella piensa. Me parece que es de una superioridad moral completamente inaceptable porque nunca sabemos de qué lado va a estar el bueno. Es una opinión que tiene. No creo que sea una opinión que por esto salgan los fans de Carolina a hacer nada. Más allá de algunas cosas muy imprudentes que dijo, en general está invitando a pensar. Y a mí me parece que se puede pensar y hablar de todo, cosa que quizás sea algo generacional. Si yo voy a estar en un lugar dónde se me va a retar y constantemente pedir que yo pida disculpas por esto, por esto y por lo de más allá, con el nivel de cambiante que tiene todo lo que se puede decir o no decir, prefiero no estar ahí. No me gusta que me digan lo que tengo que pensar. Creo que tengo el derecho a estar equivocada y que por eso no necesito que me reten, sino necesito que podamos seguir conversando acerca de este tema y que no me acusen de criminal. Y que eventualmente, si tus argumentos me parecen razonables, yo soy una persona que te va a decir: “tenés razón, me equivoqué”. Pero si me venís a decir “qué te pasa”, chau, tengo otra vida. Considero que es un espacio (Twitter) dónde ya no es posible el intercambio, es muy difícil, y te lleva mucha energía. Yo soy grande, ya me pasó esto con Internet, ya me quedé de chica en foros, en grupos de mails, pensando toda la noche cómo contesto algo. Ya lo hice, ya perdí esa energía y no pienso volver a perderla ahora. Tampoco pienso que alguien tenga que opinar sobre todo todo el tiempo. 

Mariana Enriquez

Mariana Enriquez
Mariana Enriquez

Mariana Enriquez

Por Santiago Ramos

  • GRL PWR presenta a Mariana Enriquez en Sala de las Américas, Córdoba.
  • Miércoles 17 de Mayo a las 20:00 hs.
  • Entradas desde 6000 pesos en ALPOGO

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