Cinco discos que deberían estar en Spotify, pero no están
Ayer a la tarde la plataforma Spotify se cayó en casi todo el mundo y la mayoría de los usuarios quedamos desconcertados buscando nuestros viejos CD’s, discos o recurriendo a alguna cuenta premium de otra plataforma para escuchar música sin interferencias. En ese momento caímos en la dependencia que tenemos de estas plataformas a la hora de escuchar música, aunque también nos dimos cuentas que no todo está en ese lugar.
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De hecho existe todo un universo de discos emblemáticos que, por cuestiones de acuerdos con discográficas o independientes cuyos integrantes no se ponen de acuerdo, aún no están en la plataforma. Es por eso que desde Cosquín Rock FM elegimos cinco discos argentinos que, si bien no tienen una masividad total, son bastiones de nuestra música de culto o alternativa y aún no los podemos escuchar a través de Spotify.
Kum Kum- Fun People (1996)
Uno disco indispensable del movimiento hardcore argentino. Desde su tapa naif dibujada por el propio Nekro hasta sus inscripción en el sobre interno: “Nuestras vidas en manos de policías asesinos y gobiernos corruptos”, marcan la impronta muy clara de Fun People: no es necesario ser rudo o impostar la voz gruesa para ser contestatario. Por supuesto están las 22 canciones (Lolita, Masticar, Pilar, Easy to come, etc) que finalmente son las que determinan el rumbo del nuevo hardcore argentino.
Una Pila de Vida – Turf (1997)
En pleno auge del britpop, Turf irrumpió en la escena a través de un disco con claras reminiscencias a ese sonido inglés mezclado con la porteñés característica del grupo. Una particularidad es que en su contratapa el disco tenía una publicidad de Levis, algo no muy habitual en la cultura rock. Es que Levinton, Lopatín y compañía no respondían al arquetipo clásico de rockstar argentino. En canciones como Casanova, Crónica TV, Juventurf o Panorma se empíiza a perfilar el estilo de la banda.
NS/NC – Cienfuegos (1998)
Este disco y Hacia El Cosmos no se encuentran en la plataforma porque los derechos están en manos de una discográfica. De hecho hace poco Sergio Rotman dijo en una entrevista con Seba de Caro que podría conseguir que los publiquen, pero sería una lucha con los hermanos Aloe que no está dispuesto a dar. Bajo la producción de Ricardo Mollo (Divididos) y Gamexane (Todos Tus Muertos) este disco es una de las grandes joyas del postpunk alterlatino. Esa mezcla que David Byrne entendió a fines de los 70, la banda la hace explícita con una versión de Once Life My time que incluye al Chango Spasiuk y a Mimi Maura. Canciones como ¿Querés Saber lo que es Estar Muerto? o Ser Invisible son clásicos del grupo.
Horno Para Calentar Los Mares – Illya Kuryaki and the Valderramas (1993)
Este segundo disco de los IKV tal vez sea el más raro de su discografía y a la vez el más querido por sus fans. Con un elenco de grabación de lujo, entre los que figuran: Fernando Nalé, Javier Malosetti, Walter Malosetti, Twetty González, Sergio Verdinelli y hasta el mismo Fito Páez, entre otros, la banda muestra la cara más pesada de su trayectoria en una obra que fue el trampolín previo a su conquista continental. Mi Chevy y Mis Franciscanas, Virgen de Riña o Uritoco son de las más pedidas, incluso en los shows de este milenio.
Flopa-Manza-Minimal – (2003)
Los colectivos artísticos que hacen música siempre son contrastados o comparados con los icónicos Crosby, Stills, Nash and Young. La juntada de Ariel Minimal, Florencia Lestani y Mariano Esaín no sólo sobrevivió a esta lupa sino que con esta obra cimentó las bases para la escena de cantautores que estuvo tan en boga durante la época del bicentenario. Bajo el mecenazgo del suicidado poeta cordobés, Vicente Luy, este trío hizo en este disco varias de las mejores canciones argentina del siglo XXI como El Almaherida, Dejadez, Sonajeros o Los Días Por Llegar.
Por Santiago Ramos