Food Surfing: Clásico de las fiestas, el pan dulce

Nos preparamos para las fiestas con un manjar que tiene tantos fanáticos como detractores: el pan dulce.

Un clásico de las fiestas es sin dudas el pan dulce. Para la tarde, para las juntadas, para las despedidas… El pan dulce tiene tantos fanáticos como detractores y sus cientos de variables hace que haya uno para cada gusto.  ¿Con chocolate o frutos secos? ¿Y las pasas? ¿Agua de azahar o esencias naturales? ¿Masa Madre? En #FoodSurfing, Viole Brodsky se mete en la historia del pan dulce y nos recomienda algunos lugares muy especiales.

Este clásico que fue reversionado miles de veces surgió a fines del siglo XVI cuando Ughetto Atellani de Futi se enamoró de la hija de un pastelero de Milán. La familia Atellani no veía con buenos ojos ese vínculo por tratarse de un noble y una plebeya. Por eso, Ughetto decidió hacerse pasar por aprendiz de pastelero bajo el pseudónimo Antonio/Toni para estar cerca de su enamorada. El joven descubrió que tenía un talento singular para la pastelería y creó un pan azucarado, bien subido con frutas abrillantadas y aroma de cítricos. La creación fue tan bien recibida por los milaneses que comenzaron a pedirla bajo el nombre de “pane di Toni”, lo que luego derivaría en “panettone”, su nombre original. La inmigración italiana lo trajo a Argentina en barco y pronto se popularizó.

¿Qué pan dulce comprar en Córdoba? Violeta nos recomienda cinco emprendimientos: María Antonieta, En el nombre del pan, Hojaldre Rayén, Camila Weller Pastelería y Les Oncles Pastelería.

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