Los shows masivos en la era del trap

Los shows masivos en la era del trap.

El trap y la música urbana argentina es un fenómeno cultural de masas que no para de crecer a escala mundial, sobre todo en las plataformas. Por ejemplo, solo en Spotify, según reporta el sitio Che Loco los cuatro artistas más escuchados en lo que va del 2022 son: María Becerra, llega a los 19. 828.127 oyentes mensuales; Bizarrap a 16.861.755; Duki a 16. 776.530 y  Nicki Nicole a 15.702.468. De hecho Duki fue el más escuchado de todo el mundo en la Argentina durante 2021, por encima del mismísimo Bad Bunny. 

Asimismo estas cifras astronómicas son moneda corriente también en las redes sociales  (Instagram, YouTube, etc) en las cuales también se suman Nathy Peluso, Cazzu, Paulo Londra, Wos, Dillon, Trueno, Khea, solo por nombrar algunos de los muchos que han hecho un boom total en el plano mundial.

Ahora bien, esas cifras súper abultadas no se ven reflejadas en los shows en directo. O sea, si alguno de estos artistas toca en Córdoba, es muy probable que haga sold out, pero no serán tan notorias las diferencias en números con respecto a un show de rock o de folklore, como sí ocurre en las plataformas.

De hecho, si hablamos de masividad de shows en vivo en Córdoba, tenemos que nombrar el concierto de La Renga en Santa María de Punilla hace dos semanas como el de mayor convocatoria en la historia  (55 mil personas), seguido por La Renga en Rumipal  (47 mil personas), Los Redondos en el Chateau Carreras (45 mil) y Soda Stereo en el Chateau Carreras (44 mil personas).

Mientras que para hablar de shows masivos de artistas de género urbano, nos tenemos que remontar a los dos shows que hizo Paulo Londra en el Orfeo Superdomo durante 2019, con 10 mil personas en cada presentación, como el de mayor convocatoria de un artista de ese género en nuestra ciudad,  y en cuanto a festivales hay que recurrir también al 2019, cuando en noviembre se hizo el festival de La Nueva Generación en el Predio Ferial ante 15 mil personas por cada día (30 mil en total).

Estos números son categóricos y hablan de la meteórica popularidad que ha alcanzado el género en apenas un lustro, aunque en las plataformas es el lugar donde se percibe una diferencia de números abismal, como ya dijimos.  La pregunta es, ¿por qué este género en las plataformas tiene números de otro planeta, mientras que en vivo se mantiene con el mismo caudal de público que cualquier género clásico?

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“La validación que te da la gente al comprar un ticket forma parte también de una trayectoria y de una situación de cuál es el show que podés dar. Si sos “one-hit wonder” de una sola canción yo no te compro el ticket ni loco porque no voy a pagar 6, 7 lucas para escuchar una sola canción”, explica Gato Fernández, gerente de marketing de la productora En Vivo Producciones haciendo énfasis en la trayectoria con respecto a los artistas de otros géneros mencionados más arriba. “Son artistas que, mínimo, tienen 15 años bajo el lomo. Ningún trapero tiene esa edad”.

Por su parte, Eric Davies, organizador del festival La Nueva Generación, explica: “Los artistas más nuevos (hay algunos de trap también hay otros de reggaetón, RKT o lo que sea,) son artistas que son de la era digital. Y en la era digital, en gran parte, el consumo de ese artista para su público objetivo siempre es gratuito”.

En consonancia con esta idea, Mati Pretto, director de la productora TrapAndRoll explica:  “Creo que es porque es un público muy joven que no cuenta siempre con los recursos o las posibilidades para asistir, trasladarse, pagar entrada, etc.  y en muchos casos dependen de los padres”.

Otro elemento a tener en cuenta si tomamos como referencia a los shows más masivos que se han dado en esta ciudad, es que la mayoría de esos grupos, salvo Soda Stereo, no han tenido recorridos tan extensos en el exterior: “Las playlist de las plataformas no son solamente de la Argentina. Y estas bandas de rock son argentinas y, por lo general, tocan solamente en la Argentina. Ninguna de esas bandas tiene la posibilidad de llenar un anfiteatro gigantesco como el que llenó Paulo Londra en México”, detalla Fernández.

“Esto es una situación netamente vinculada al consumo digital y a cómo los artistas nuevos, o más vinculados a las plataformas de streaming y de consumo más joven tienen otro tipo de alcance por una situación lógica que no son esclavos de las radios o de los medios locales, sino que tienen una aspiración planetaria. Entonces capaz que acá no llenen, no hagan las 50 mil que puede hacer La Renga, pero sí hacen 5 mil en varios puntos de distintos países”, profundiza.

Trueno hizo una gira por España en la cual no bajó de tres o cuatro lucas por show. Es distinta la situación, los números son más porque le hablan al planeta, no a los 40 millones de argentinos”, concluye.

Volviendo a la idea de que en la era digital nos acostumbramos al consumo gratuito, Eric Davies reflexiona: “De repente estás en YouTube, lo ves y lo consumís. Entonces de repente hay una sensación ahí de que el artista es gratis para el público. Después, al poner la barrera de la entrada y del ticket, se filtra mucha gente. La construcción está ahí.  Ahora se está instalando la idea del premium, o los artistas tienen como Only Fans o en Twitch esas cuentas premium para que el público pueda hacer ese ejercicio de pagar algo por ese artista”.

En definitiva, estamos en una era en la que confluyen muchos géneros populares al mismo tiempo y en distintos espacios, tanto físicos como virtuales, por eso es que ésta comparación es tan injusta como referencial para ayudarnos a pensar en los consumos culturales en el año 22 del siglo XXI, cuando aún conviven consumos clásicos de las eras anteriores con los consumos voraces de la era digital. Por suerte la diversidad prevalece y hay lugar para todos, sólo es cuestión de disfrutar.

Por Santiago Ramos

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