Entrevistas

Emmanuel Horvilleur: “Me gusta contar desde un lugar poético”

El músico llega a Córdoba con banda nueva

Hay muchas frases referidas al arte de combinar los sonidos. Está la de Emil Ciorán que dice: “Fuera de la música, todo, incluso la soledad y el éxtasis, es mentira. Ella es justamente ambos, pero mejorados” o la de Friedrich Nietzsche, según la cual “la vida sin música sería un error”. Esta citas sirven para introducirnos a esta entrevista a Emmanuel Horvilleur, un artista que no concibe la vida sin la música. Es por eso que una de las canciones que conformarán su próximo disco lleva impresa la frase “me está costando andar si no hay música atrás”, algo vital para su existencia y por eso además hay promesa de darlo todo en la fecha que harpa hoy en Club Paraguay de la ciudad de Córdoba, donde estrenará banda nueva a partir de las 20 horas para repasar clásicos y adelantar algunas de las nuevas canciones que se vienen.

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Para adentrarnos en el presente de Emmanuel tuvimos una charla de 15 minutos en la que se explayó sobre diversos temas y éste es el resultado. Adelante.

Durante la pandemia muchos artistas que no estaban en el mapa empezaron a tener éxito y tuvieron que armar bandas para ahora salir a tocar en vivo. ¿Cómo fue en tu caso, que siempre tuviste grandes músicos? ¿Con qué banda venís? 

Como bien vos decís, hay artistas de esta nueva generación que se armaron nuevas bandas. Yo venía tocando con Andrés Cortés en la banda, que ahora está en la banda de Nicki Nicole. Argentina es un país que todo el tiempo entrega músicos increíbles y así como se fue Andrés, entró Martín Alende que es un tremendo violero cordobés. También estoy tocando con un bajista que también está tocando con él en una formación que tienen ellos. Además está Edi Dimmer,  es un tecladista que también toca con Tini Stoessel. Es decir, la amplitud de parámetros. También tengo un percusionista que es El Huevo, que se llama Lautaro y viene de tocar en una época con Marilina Bertoldi, y Sergió Verdinelli que es una eminencia de la batería. Con Sergio comandamos el lado más vintage, por decirlo de alguna manera. Él ha sido baterista de Spinetta, de Fito y también de Calamaro. Cuando arrancó IKV él fue baterista de la banda, así que nos conocemos de hace mucho. En toda esa primera etapa alternaba con Fernando Samalea.

Habiendo tantos pibes tremendos que quieren tocar en tu banda, ¿cómo elegís a los músicos?

La verdad es que en todos estos años siempre me he preocupado porque la música suene con carácter. Tal vez en otras épocas eran músicos muy buenos. A veces era difícil dar a entender lo que uno quiere, aunque uno lo tenga en la cabeza, es bastante complicado. La música es simple, pero los colores que uno quiere buscar, las formas: a veces querés economía de recursos, a veces querés violencia, a veces suavidad. Todo eso, para mí, es muy importante. Cuando se viene esta etapa de cambiar músicos es un momento para mí difícil, esa es la realidad, porque tengo una película en la cabeza y la quiero contar de la manera más cercana posible. Entonces los músicos pueden ser buenísimos, pero siempre lleva un tiempo también de entender por dónde va la cosa.

¿Cómo fueron los ensayos?

Estuve ensayando con esta banda nueva que te dije hace un ratito y la verdad es que ensayo a ensayo fuimos mejorando. Creo que lo que va a terminar de mejorar a esta formación, a este equipo, va a ser el show, esta gira que vamos a hacer ahora en Córdoba y Rosario. Son todos músicos increíbles, lo que resta es tocar en vivo y encontrar nuestro sonido. Es como si fuera armar una banda de nuevo, más allá que si las canciones siguen siendo las mismas o cuando toco temas nuevos, como va a suceder este fin de semana que sumé algunos a la lista, para mí siempre es importante conformar un sonido.

Cada forma de abordar cada disco, ¿depende de la banda que vos tengas? 

Claro, es así. Mariano Domínguez, bajista que ahora está de gira con Andrés (Calamaro), desde el 2005 que toca conmigo y básicamente es mi coequiper porque también canta. Hemos hecho shows a veces inclusive a dúo nosotros. Cuando viene Andrés él obviamente se suma a esas giras porque están buenísimas, se van a España y pasan un montón de cosas buenas que él las disfruta. Ahí me he visto en situaciones de buscar otro bajista. Y ahora viene, cariñosamente le digo “un pibe” que es buenísimo. Es así, yo estoy acostumbrado un poco a esa situación. No deja de ser un trabajo grande poner en órbita a todos. Y todos terminan de entender por dónde va la cosa.

¿Estás trabajando en canciones nuevas para grabar con esta banda? 

En realidad vengo grabando un montón de canciones nuevas. Estamos trabajando con Cítrico, que es un productor amigo con quien un poquito antes de la pandemia empezamos a jugar, en su casa hicimos una canción. La primera que produjimos juntos fue Raros, que salió ahí, cuando arrancó la cuarentena. Y después seguimos laburando juntos y tenemos muchas canciones que seguro van a empezar a ver la luz pronto. Posiblemente también grabe algo con esta banda. Si tuviese que entrar a grabar algo porque quiero ese sonido de banda, posiblemente grabaría con la banda que estoy ahora.

¿Por dónde van estas nuevas canciones? ¿Con cuál de todas tus caras nos vamos a encontrar? 

Hay bastantes caras. Yo creo que es un disco donde juego con mis diferentes personalidades. Voy a rapear en algunos temas, va a estar el funk, va a estar la canción, por momento hay cosas más minimalistas que me gustan. Hay de todo. Todavía no he elegido de esa cantidad grande de canciones cuáles van a terminar yendo a ese nuevo disco, pero entre agosto y septiembre va a ver la luz la primera canción de este nuevo disco.

¿Se arman diferentes personajes para desarrollar las canciones?

Cuando empezamos a trabajar en las canciones para este disco veníamos un poco con ese color de Pitada (2021), con esa cosa introspectiva bastante para adentro de uno y hay canciones que tienen que ver con eso, pero otras no. Entonces después dije: “hay que salir del agujero interior”, como dijo Virus y empecé a buscar en los personajes que habitan en mí, en la idea de buscar el espíritu y la fiesta. Ir para adelante porque también eso es motor. Si uno solamente se queda en la melancolía de las cosas es un poco duro. Pero va a haber un poco de todo. Hay una canción que dice “me está costando andar si no hay música atrás” porque también es un poco lo que pasa con mi vida. Entonces me gusta también contar cosas desde un lugar poético de lo que significa la vida para uno.

Por Santiago Ramos

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