Música

¿Por qué volvió el boom por Fito Páez?

El músico rosarino otra vez atraviesa un pico de popularidad

El deseo crece con el tiempo: mientras más transcurren las horas, los días, los años en alcanzarlo, más se agiganta. En contrapartida, si un deseo se materializa de inmediato perderá absolutamente todo su magnetismo. Es muy probable que la ola de shows agotados en la pospandemia estén ligados a esa espera de dos años por un directo como en la vieja normalidad, por eso la cantidad de estadios y domos agotados en Buenos Aires para ver a Coldplay, Dua Lipa, Duki, Dillom, Wos, Rosalía o Bad Bunny, entre otros. Todos artistas que suenan fuerte en las plataformas y gozan de masividad en esta era. Ahora bien, en el medio se cuela Fito Páez, quien agotó seis Movistar Arena en Buenos Aires y hace dos Plaza de la Música  en Córdoba, ambos por el show El Amor 30 Años Después del Amor. Algo totalmente inesperado si se tiene en cuenta que hace 10 años, cuando festejó los 20 de dicho disco, no existió tal fenómeno (hizo un solo show en Buenos Aires -gratis en el Planetario- y uno solo en Córdoba -un Orfeo Superdomo con muchos claros-). Es por eso que nos preguntamos: ¿Por qué volvió el boom por Fito Páez? 

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Lógicamente el rosarino es un artista popular que tiene tal categoría desde antes de editar EADDA (1992), obra cumbre, cuyos ejemplares vendidos se dejaron de contar cuando las cifras llegaron a 1.100.000. El tema es que, si bien Fito es popular, sus shows de las últimas décadas no han reflejado esa masividad total en venta de tickets.

¿A partir de qué década posterior a la edición de un disco, éste pasa a ser un aspiracional de nostalgia de algo que no se vivió? ¿La sociedad empezó a tomar consciencia de la importancia de tener con vida a sus referentes? ¿El concepto de “aura de la obra de arte” que acuñó Walter Benjamin para referirse a lo intransferible que es la experiencia del arte en directo se hace más palpable que antes de la pandemia? Son algunas de las preguntas que surgen a partir de este vuelco masivo del público hacia Fito Páez

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“La verdad que los fenómenos son imposibles de explicar, por eso son fenómenos”, manifiesta el productor Daniel Grinbank, organizador de los seis Movistar Arena con capacidad para 11. 500 personas por show. Vale aclarar que surgió una movida impulsada por Julia Mengolini en redes para que el concierto se haga en Velez, como ene el 92 y 93.  Fue el propio empresario quien se encargó de aclarar que se hicieron gestiones, pero no se puede usar dicho estadio por esos días.

Volviendo al boom por Fito Páez, la prestigiosa periodista del suplemento Vos, de La Voz del Interior, Noelia Maldonado ensaya tres argumentos muy sólidos. El primero tiene que ver con “un renacer del artista, quien en el último tiempo presentó con bombos y platillos su trilogía (variada y ecléctica, por cierto). Está claro que estos materiales no alcanzarán nunca la popularidad de EADDA pero lo mantienen activo y en la discusión pública”. En este sentido podemos agregar la popular entrevista en Caja Negra que alcanzó las 243 mil vistas en YouTube, mientras los discos tienen cifras menores en dicha plataforma ( Los Años Salvajes 27 mil, Futorología Arlt cerca de 10 mil y The Golden Light cerca de 5 mil).  “En la era de los tributos y los recuerdos nostálgicos Fito está vivito y coleando. Ha estado activo en estos últimos años: editando discos y presentándose en vivo”, soslaya el director de Radio Universidad Blas Pascal, Diego Quiroga.

Otra de las razones que nos invita a pensar la periodista tiene que ver con el fenómeno pospandémico de recitales: “Lo que hace agotar las entradas casi con desesperación es la actitud colectiva de la pospandemia. Los especialistas aseguran que las prioridades cambiaron y el entretenimiento colectivo afuera de las casas pasó a un primer plano. Todos queremos salir para recuperar el tiempo perdido”. En la misma línea reflexiona Quiroga: “Luego de la pandemia, la industria de los recitales vive un momento muy bueno de convocatoria: el cartel de ‘entradas agotadas’ se ve en propuestas musicales de diferentes estilos”.

Además Fito pegó fuerte en las nuevas generaciones de músicos populares, cosa que hace 10 años pasó con músicos un tanto más de culto (Pablo Dacal, Onda Vaga, Lisandro Aristimuño, Palo Pandolfo, etc.) . Así Ca7riel, Paco Amoroso, Nathy Peluso, Dillom, Bizarrap, Francisca y Los Exploradores, entre otros, son el puente perfecto entre el rosarino y las nuevas generaciones. “Las nuevas generaciones se sienten atraídas por sus canciones, sobre todo las de su primera época (la década de 1980) y en especial por las de EADDA”, explica Diego Quiroga.

A esto hay que sumarle la serie autobiográfica que prepara Netflix, como señala Maldonado:  “El artista tendrá en Netflix una bioserie que ya se muestra como muy prometedora, con buenos actores y una estética que replica una época a la que todos nos gustaría volver aunque sea por unos instantes. ¿Quién no quiere recordar esos icónicos momentos de Fito junto a Charly o Luis Alberto Spinetta?”. Esta última pregunta hace ingresar a esta serie de argumentos un nuevo elemento vital: la nostalgia.

“A veces las nostalgias son más amplias en el tiempo. Y Fito es un Flaco que va para adelante con toda.  Pasaron 30 años de ese disco y está con todas las fuerzas y con todas las ganas, eso también debe ser parte del éxito del asunto”, explica el músico Emmanel Horvilleur que se vincula con Páez desde muy chico.  En este plan, si hablamos de nostalgia, hay que hablar de los referentes ausentes y de los pocos referentes que quedan: “Que no estén Spinetta ni Cerati y que Charly siga sin volver a los escenarios, convierten a Fito Paéz en uno de los referentes vigentes del último gran movimiento que dio la música argentina”, redondea Quiroga.

Por todos estos elementos y por esas cosas intangibles que sólo tiene el arte popular, es que Fito vuelve a pegar fuerte en esta Argentina pospandémia. Ahora lo esperan su bioserie, los seis shows en el Movistar Arena, dos conciertos en Plaza de la Música, tres en el Anfiteatro en Rosario, una gira mundial y la regrabación de El Amor Después del Amor junto a músicos de la nueva generación y clásicos internacionales. Atrás quedaron enojos del público por su posición política en medio de la grieta. Como nos dijo Emmanuel Horvilleur: “Es un Flaco que seguro va a hacer esos shows en vivo y la va a romper. Le veo sentido a tocar ese disco que fue tan exitoso en su momento. Eso también debe ser parte del asunto”.  Fito nunca cayó en las tumbas de la gloria.

Por Santiago Ramos

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